El gremio de Hugo Moyano pide, por la venta de la empresa, que se despida al personal, que se le pague la doble indemnización y que se los recontrate. De Narvaez se niega y lo acusa de desabastecer las tiendas de productos esenciales.
Camioneros encara un nuevo round con un peso pesado de la economía nacional. En esta oportunidad se trata del ex político Francisco De Narváez y tiene como punto central la situación laboral de los empleados de la cadena Walmart.
A comienzos de noviembre del año pasado, Walmart anunció que el Grupo De Narváez se quedaba con la propiedad total del negocio de la compañía en la Argentina. La estadounidense venía evaluando la salida del país desde hacía meses atrás.
A partir de esa situación, Moyano reclama que se despida al personal, que se le pague la doble indemnización y que se los recontrate con las mismas condiciones de antigüedad. Esto es bastante común en los cambios de manos de las empresas de barrido y limpieza cuyos trabajadores representa Camioneros.
Walmart, en tanto, descarta el accionar y argumenta que se trata de la misma firma, que mantuvo su CUIT y que sus contratos son los mismos, al igual que las deudas y activos.
«Ante nuestra negativa, en las últimas dos semanas nos vimos condicionados por recurrentes medidas de fuerza encubiertas que derivaron en una caída del 75% en la distribución de alimentos básicos y en un desabastecimiento de productos esenciales a más de 1.000.000 de familias en todo el país», denunció Walmart a través de un comunicado de prensa.
Además le pide «al Gobierno Nacional arbitrar los medios con miras a garantizar el abastecimiento de todos los hogares argentinos”.