El sindicato de trabajadores de la industria láctea Atilra dio por terminado el conflicto que mantenía con la empresa Mayol, de la ciudad bonaerense de Cañuelas. «El acuerdo contempla el correcto encuadramiento de los compañeros y satisface plenamente los justos reclamos laborales interpuestos.», aseguraron. La familia empresaria lloró e insultó en cámara porque el sindicato no les permitía tener personal en forma irregular, fuera de convenio o trabajando extensas jornadas. También judicializaron la protesta.
El 1 de marzo trabajadores de Lácteos Mayol organizaron un acampe frente a la empresa con el apoyo del sindicato de trabajadores de la industria láctea Atilra. Desde entonces, la tensión fue en aumento, los dueños acudieron a la policía, a los medios de comunicación y a la Justicia. Se victimizaron, lloraron en cámara, llamaron «lacras» a los empleados que reclamaron por sus derechos, amenazaron con cerrar y con encarcelar a quienes protestaron.
Sin embargo, más allá de la bruma, el sindicato y la empresa siguieron los pasos en el ministerio de Trabajo para avanzar en la resolución del problema de fondo, que pudieron solucionar este martes, después de un mes de enfrentamiento.
El sindicato Atilra en su comunicado asegura que consiguió todo lo que exigía y apunta a «terceros» que embarraron la cancha para retrasar el acuerdo: «la solución pudo haberse logrado antes de no haber mediado en el conflicto la participación de terceros que únicamente buscaban sacar provecho de la situación esbozando solo mezquinos intereses propagandísticos y sectoriales.»
Desde el gremio también valoran el accionar del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires por sus «ingentes y valiosos esfuerzos» para que dar por terminado el problema. Afirman que la cartera laboral provincial «debió abstraerse de las presiones exógenas que pretendieron mellar su autoridad, actuando en todo momento conforme a la responsabilidad legal»
Así mismo y para notificación de personas involucradas en otras causas abiertas: «No queremos pasar por alto la oportunidad para aclarar una vez más: 1) Que jamás se bloqueó la fábrica. No hay un solo registro que establezca lo contrario. 2) Es falso de toda falsedad que los trabajadores hayan ocasionado algún daño a su fuente de trabajo. 3) Del derecho constitucional de la medida de fuerza adoptada y tal como ocurre siempre con nuestro sindicato, solo participaron trabajadores lecheros.»
En esa misma línea, cierran: «nuestra organización siempre se ha manejado conforme a derecho, en forma racional y sin entrar en el terreno de las provocaciones al que nos han querido empujar.»