El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, admitió hoy que el número de pobres que hay en el país, que a fines del año pasado alcanzó al 42%, «es un desastre, una cachetada». Advirtió que el camino para salir de esta situación «es tener un modelo de desarrollo que genere empleo».
«Desde hace tiempo que la pobreza se ha convertido en un fenómeno complejo en la Argentina. Es un desastre, una cachetada el número de pobres que tenemos», sostuvo el funcionario nacional.
El titular de la cartera laboral remarcó que el país tiene que «ver cuál es el camino de salida».
«Creo que ese camino es tener un modelo de desarrollo que genere empleo», expresó el integrante del Gabinete.
Además, reconoció que los planes sociales «sirven para situaciones como ésta, para atender a la gente. Pero no son un mecanismo de salida».
En declaraciones radiales, el ministro de Trabajo explicó que el año pasado hubo «una pérdida de empleo formal de casi 4 puntos», aunque indicó que «la realidad es que comparado con lo que pasó en el resto del mundo, la caída fue muy baja».
«Enero 2021 fue el primer mes de crecimiento intermensual del empleo formal», resaltó Moroni, quien también afirmó que el empleo informal «cayó durante la pandemia, pero ahora se está recuperando mucho».
De acuerdo con las cifras que difundió el INDEC, la pobreza trepó al 42% en el segundo semestre de 2020, el nivel más alto desde 2004 y equivalente a 19 millones de personas; de ese total, 4.700.000 de personas son indigentes.
Durante el año pasado, alrededor de 3 millones de argentinos pasaron a ser considerados pobres para las estadísticas públicas.
Los números del segundo semestre reflejaron un aumento de 1,1% respecto del primer semestre y del 6,5% en la medición interanual.
El 57,7% de los menores de 14 años son pobres, un número equivalente a 6.300.000 personas.
En el conurbano bonaerense, la situación es por demás crítica: la pobreza llega al 51% de las personas, de las cuales el 15,2% es indigente.
En 2004, el nivel de pobreza había trepado al 44,3% de la población, aunque la tasa más elevada se registró dos años atrás, con la salida de la Convertibilidad: en ese momento, ascendió al 57,5%.