El secretario general del Sindicato de Educadores Unidos de la Ciudad de Buenos Aires (SEducA), Facundo Lancioni Kaprow, cuestionó hoy a los miembros de SADOP que se apostaron frente a distintos colegios para corroborar que no estuvieran abiertos y afirmó que «parecían piqueteros», a la vez que advirtió que «un paro es una medida de fuerza que destruye el sistema educativo».
«Parecían piqueteros: le faltaban los palos. En vez de estar parados en la puerta de las escuelas, ¿por qué no van y supervisan que se cumplan las condiciones laborales, que los techos no se caigan?», subrayó el joven sindicalista, en alusión a las imágenes que se difundieron de integrantes del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) frente a colegios.
En diálogo con Radio Rivadavia, Lancioni Kaprow se quejó de que «en las escuelas hay un sindicalismo viejo, nefasto, siempre con los mismos protagonistas».
«Nosotros no somos un sindicalismo extorsivo, apostamos al diálogo. Somos un sindicato coherente y criterioso, que representa a los docentes que quieren trabajar, quieren la presencialidad y estamos en contra de los paros, porque en la Ciudad hace 12 años están los canales de diálogo abiertos», remarcó.
Y añadió: «Somos 3.500 afiliados de todas las salas y niveles de escuelas públicas y privadas».
En referencia a los ceses de actividades definidos por varios gremios docentes en la Capital Federal, el secretario general de SEducA consideró que «un paro es una medida de fuerza que destruye el sistema educativo».
Lancioni Kaprow, seguidor de la Confederación de Trabajadores y Empleadores (CTE), pata sindical del macrismo, también cuestionó al Gobierno nacional por las medidas restrictivas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que hicieron que se suspenda la presencialidad hasta fin de mes y que derivó en un conflicto judicial entre la Nación y la Ciudad.
«Cada vez que veo a (el ministro de Educación, Nicolás) Trotta con el Presidente (Alberto Fernández) me asusto, porque ahora sale una medida para cerrar las escuelas privadas», afirmó.
Y concluyó: «Hoy, por suerte, la mayoría de los docentes tienen otra mirada, al igual que los padres, y quieren que los chicos estén en las escuelas».