El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, le pidió el sábado a la Casa Rosada que convocque a todos los sectores productivos del país a fin de elaborar un «programa antiinflacionario para los próximos doce meses» al pronosticar «conflictos y protestas sindicales» generalizados porque «la situación social no es buena».
«El balance institucional no es bueno y el económico todo el mundo lo vive en el bolsillo; no hace falta mencionarlo porque lo vivimos a diario, sabemos lo que está pasando, esta película la vimos muchísimas veces», remarcó.
La opinión de de la Sota no parece ser casual. El cordobés es precandidato presidencial por el Partido FE que lidera justamente un líder gremial, Gerónimo «Momo» Venegas, por lo que no es un inexperto en el tema.
En declaraciones a Radio Mitre, De la Sota abogó porque el Gobierno nacional «no solo reconozca» el aumento del costo de vida, «sino que convoque a todos los sectores productivos del país para tratar de tener, al menos, un programa antiinflacionario durante los próximos meses para que no tengamos que hacer una campaña electoral en medio de los conflictos, de las protestas sindicales, que indudablemente van a venir porque la situación social no es buena».
«Por más que muchos lo presenten como un logro que en los dos últimos meses la inflación cayó a tan solo un dos por ciento mensual, como escuché decir a algunos, en cualquier país del mundo hablar de tan solo un dos por ciento mensual es para estar más que asustado», aseveró.
De la Sota manifestó que «ojalá» la anunciada disminución del 5 por ciento en la nafta «repercutiera en una baja en las tarifas del transporte que tanto pesa en el bolsillo de la gente», pero insistió en expresar sus dudas de que eso incidirá en los precios de los alimentos a favor de la gente.
El vaticinio del cordobés se parece más a una amenaza del gremialismo opositor más ortodoxo que a un pronóstico. Desde hace varios meses el eje Venegas-Barrionuevo, dos que simpatizan con de la Sota, quieren endurecer su postura con el gobierno nacional y presionarlo en base a un plan de protestas sindicales.