Mauricio Saillen, líder del poderoso gremio de recolectores cordobés Surrbac, pidió que le restituyan sus derechos sindicales. Mientras tanto lanza una serie de anzuelos para recuperar la iniciativa: un show virtual de la Mona Jiménez y un sorteo de 1 millón de pesos.
El juez federal Ricardo Bustos Fierro debe decidir si permite que el gremialista Mauricio Saillén, a quien él procesó por graves delitos que habría cometido en su sindicato, vuelve a asumir con secretario general del sindicato.
Saillén, el Moyano cordobés, se encuentra a la espera de que se realice el juicio oral para que se lo juzgue por lavado de dinero, asociación ilícita, usura y defraudación, junto a cuatro de sus hijos y otras 14 personas vinculadas al gremio de recolectores Surrbac.
Mientras tanto el gremialista, que dejó en manos de sus hijos los hilos de la política gremial mientras estuvo en prisión, busca retomar la iniciativa política.
Para ello lanzó dos acciones que lo caracterizan: apuesta al dinero y a la identidad cordobesa, que suele cultivar delicadamente.
Por eso habilitó a que cada delegado le entregue a los afiliados tickets para que puedan ingresar al show virtual de la Mona Jiménez y participen del sorteo del millón de pesos.
El cuartetero solía ser el acto principal de las megafiestas que organizaba Saillen en la prepandemia.
El Surrbac actualmente se encuentra intervenido por decisión del Ministerio de Trabajo de la Nación. También se encuentran intervenidas la mutual y la obra social del gremio.
El fiscal ya dio el visto bueno para el pedido que realizó Saillén a través de su abogado.
Saillén afirma que, como el sindicato se encuentra intervenido por un funcionario que se encarga del control contable, el abogado Iván Bruno Vaccaro, su presencia no pondría en riesgo la continuidad de la causa, debido a que la investigación está cerrada.
Además, señala el gremialista, en la actualidad se estarían violando sus derechos humanos, al no permitírsele terminar el mandato para el que fue elegido hasta 2022.