La semana pasada los trabajadores de la educación cerraban con una buena noticia porque el Juzgado del Trabajo de 1° instancia N°4 hizo lugar a la medida cautelar presentada por Ademys y le exigía al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires “que se disponga el cese del comportamiento antisindical”.
Lamentablemente, esta semana la noticia es que la gestión cambiemista nuevamente desconoció una orden judicial y descontó los días de paro como si se tratara de un ítem válido en el recibo de sueldo.
Los brutales e ilegales descuentos llegan a ser superiores al 85% de salarios de $40.000 para docentes que se encontraban ejerciendo el derecho a huelga.
“Desconocen el fallo judicial y es claramente una medida disciplinadora”, afirmó a Tiempo Argentino María Isabel Grau, secretaria de Prensa de Ademys. “Además, esta decisión es absolutamente arbitraria porque nosotros tenemos compañeras y compañeros que les descontaron 22 mil pesos, a otros 5 mil y a algunos 30 mil, y todos realizaron el paro total de actividades durante todas las jornadas. Esto genera angustia e incertidumbre en el conjunto de las y los trabajadores de la educación, porque con esta forma discriminadora de descuentos no te dejan planificar a futuro las medidas de fuerza, por temor a que te descuenten todo el salario al mes siguiente”, agrega Grau.
Desde UTE también equipararon los descuentos a un castigo del gobierno porteño por proteger «la salud de la comunidad al garantizar la continuidad pedagógica a distancia en una región considerada de alarma epidemiológica».
Las y los trabajadores de la educación llevan dos meses de recibir los embates de funcionarios en campaña, dispuestos a todo de cara a las elecciones. Con una cantidad de contagios alta apenas estancada, la Ciudad en manos de la ministra Soledad Acuña continúa sosteniendo las clases presenciales sin ampliar la cobertura de la conectividad de cara a las temperaturas cada día más bajas.