El delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Hospital Durand, Héctor Ortiz, denunció hoy que durante la pandemia de coronavirus más de mil enfermeros renunciaron en la ciudad de Buenos Aires debido al «maltrato institucional» y dijo que las autoridades porteñas «obligan a trabajar a los que tienen enfermedades preexistentes».
«Ya son más de 1000 enfermeros que renunciaron en CABA durante la pandemia por el maltrato institucional», dijo el delegado esta mañana en declaraciones a Radio el Destape, en las que agregó: «No tienen reemplazo para esos 1000 enfermeros, por eso obligan a trabajar a los que tienen enfermedades preexistentes».
Ortíz señaló que además del «maltrato institucional» y la «falta de insumos (como ropa y alimentos)», hay una cuestión salarial que también motivó las renuncias: «En la ciudad un enfermero gana $45.000 y en Nación ganan el doble».
Además, recordó que «ya son alrededor de 30 los enfermeros fallecidos en esta pandemia» y señaló que eso «no le conmueve» al jefe de Gobierno porteño.
«Parece que el Gobierno ha naturalizado la muerte, la enfermedad, el desborde», sostuvo Ortíz, y agregó que Horacio Rodríguez «Larreta quiere tapar todo para las elecciones y los directores de los hospitales son funcionales a esto» ya que «no hay un médico que salga a decir lo que está pasando».
«El Gobierno de Larreta no escucha y obliga a venir a los trabajadores que tienen enfermedades preexistentes bajo amenaza», insistió el delegado y manifestó que si se contagian, «les abren un sumario».
«Es una vergüenza cómo estamos viviendo los trabajadores de la salud y la presión que ejercen sobre la enfermería», sintetizó el delegado.
A su vez, denunció que «ya no hay un control del personal de salud. Desde diciembre no se testea» y que «hay enfermeros, técnicos y administrativos que se siguen contagiando».
«Pareciera que la pandemia terminó, pero el hospital este fin de semana fue un caos. No hay camas y las terapias están llenas», finalizó el delegado.