El secretario General de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, reclamó al presidente Alberto Fernández que firme un decreto para otorgar «un aumento general del salario de 5 mil pesos», tal como había realizado el Gobierno del Frente de Todos a comienzos de su gestión.
El titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, confirmó lo que había adelantado ayer InfoGremiales y le pidió a Alberto Fernández un inmediato aumento generalizado de los salarios.
«Pedimos un aumento general del salario como se hizo a principios de la gestión de Alberto Fernández, que permita recuperar varios escalones en la carrera que perdimos desde comienzos de año y que ya veníamos perdiendo con lo que fue el arrastre del macrismo. Estamos 29 puntos abajo», sostuvo el diputado nacional.
En declaraciones radiales, el referente sindical consideró que «la única manera de recuperar» poder adquisitivo es «a través de un decreto» que otorgue ese aumento general de salario.
Al ser consultado sobre el monto del incremento que considera que debería otorgar el Gobierno, Yasky explicó: «Tendría que ser un aumento de 5 mil pesos, que signifique de inmediato levantar desde abajo, favoreciendo a los salarios que están en la mitad de abajo de la pirámide, que son el 70 por ciento».
Además, subrayó que se debería «trasladar este aumento al Salario Mínimo, Vital y Móvil, que sería una onda expansiva para todo lo que tiene que ver con los planes sociales» y también que impacte en los jubilados.
El dirigente de Frente de Todos señaló que el objetivo es «darle poder de compra» a la gente, ya que se quejó de que se perdió poder adquisitivo ante los «sablazos de los remarcadores de precios».
«El esquema actual favorece una succión de recursos por parte de los sectores poderosos de la economía a través de la remarcación de precios. Tienen excedentes de ganancias que no convirtieron en inversión», concluyó.
A comienzos de 2020, el presidente Alberto Fernández había otorgado por decreto un aumento de 4 mil pesos (3 mil a partir de enero y mil desde febrero) para todos los trabajadores en relación de dependencia en el sector privado, que figuró en los recibos de haberes como «Incremento solidario».
La medida había sido cuestionada por las cámaras empresarias, que afirmaban que no tenían la suficiente liquidez para hacer frente al aumento.