De las bancas de diputados que se renuevan, electas en 2017, hay 6 ocupadas por dirigentes de extracción sindical. Varios buscarán retenerlas. El debate por los lugares en las listas se define en 3 semanas. La Provincia de Buenos es el territorio de mayor densidad y el más disputado.
A tres semanas del cierre de las listas, el sindicalismo tiene el desafío de retener, al menos, las 6 bancas que por estas horas ocupa fruto de la elección de 2017. Claro que ello se da en el marco de una negociación compleja con todos los sectores del Frente de Todos.
En aquellos comicios por la Provincia de Buenos Aires ingresaron 4 diputados de extracción sindical. Fue el distrito que más dipusindicalistas aportó (y aporta) en el reparto. Y por mucho.
Por la lista de Unidad Ciudadana para la cámara baja hicieron pie los referentes de la Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT, Vanesa Siley (la titular del SiTraju) y Walter Correa (el líder de los Curtidores). Ambos obtuvieron su escaños en la nómina que lideró CFK.
Además ingresó como diputado Hugo Yasky, el secretario General de la CTA de los Trabajadores, que ya avisó que quiere un mandato más en la cámara.
Fruto de esos mismos comicios, pero por el armado de Cambiemos, ingresó Pablo Ansaloni. El dirigente, ahora suspendido de la conducción del gremio de peones rurales, tiene un panorama más difícil.
Sin base sindical para mostrar y sin armado territorial que pueda vender, el encuadre en el armado del Frente de Todos para Ansaoni parece una quimera. Está buscando cobijo en el massismo, aunque hay dudas sobre lo que pueda aportar.
Además, desde hace algunos meses ocupa una banca de 2017 el titular del gremio de ANSES, Secasfpi, Carlos Ortega. Ingresó en el lugar que dejó vacante Magdalena Sierra, esposa del ministro Jorge Ferraresi que renunció para asumir la Jefatura de Gabinete del partido de Avellaneda.
El otro alfil del sindicalismo que debe renovar su mandato en esta elección es de Córdoba. Se trata de Pablo Carro, referente de la CTA de los Trabajadores y de los docentes Universitarios.
En aquella oportunidad Carro se quedó con el único escaño que consiguió el kirchnerismo en la provincia mediterránea, históricamente un distrito hostil para los leales a CFK.