El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, insistió en la idea de un ingreso universal para solucionar los problemas laborales de la Argentina: «Hay cerca de 3 millones de personas con dificultades de trabajo. La Argentina tiene que ir a un ingreso universal de base con contraprestación laboral».
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó hoy que el ingreso universal es un «debate que hay que darse para los próximos años», con la idea de que incluya «una contraprestación laboral».
«Hay cerca de 3 millones de personas con dificultades de trabajo. La Argentina tiene que ir a un ingreso universal de base con contraprestación laboral», sostuvo Arroyo en declaraciones a AM 750.
El funcionario sostuvo además que en los últimos meses se registró una reactivación en la economía informal. «Hay más actividad económica. La situación social va mejorando lentamente», expresó.
A su vez, realizó un desglose de la situación de los 9 millones de argentinos que cobraron el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) durante los meses más críticos de aislamiento social a causa de la pandemia de coronavirus.
Además, destacó que «hay 3 millones de personas que recuperaron la actividad anterior», en tanto que «otros 3 millones van en camino y otros 3 millones tienen muchos problemas, ya sea porque perdieron sus trabajos y no lo pudieron recuperar».
Por otra parte, Arroyo sostuvo la decisión del Gobierno nacional de adelantar a septiembre el proceso de aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil, previsto para febrero del 2022, busca «mejorar el bolsillo de los argentinos para que los salarios le ganen a la inflación”.
En septiembre el salarió mínimo pasará a 29.160 pesos y el ministro confirmó que ese mismo mes el Consejo del Salario Mínimo se volverá a reunir para discutir un nuevo aumento.