El camionero Pablo Moyano, en su calidad de vicepresidente de Independiente, atento al partido contra Platense llegó a la conclusión, tras un penal no cobrado, de que había intencionalidad de perjudicar a su club. No dudó en señalar complicidad entre el árbitro actuante y el dirigente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia. El dirigente de uno de los sindicatos de jueces, Guillermo Marconi también cayó.
En el final del primer tiempo entre Platense e Independiente el árbitro Diego Abal no cobró un penal a favor de Independiente a raíz de una falta realizada por Mauro Bogado a Fabricio Bustos.
Bogado obstruyó el camino hacia el arco que Bustos recorría a la carrera y el choque no dejó mucho lugar a dudas del penal. Sin embargo, el referí dictaminó el siga-siga, lo que según consignó el diario Olé llevó al dirigente camionero al estallido en sus estados de Whatsapp.
«Tapia y los árbitros. HDP.», disparó firme a su estilo en referencia al presidente de la AFA.
Otro que cobró fue el ex árbitro Guillermo Marconi, titular del Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (Sadra), quien tiene una cuña metida en Independiente a través de su hijo el conductor de televisión Juan Marconi.
Marconi aprovecha cada vez que puede para asegurar que mientras Tapia sea dirigente de la AFA, Independiente no podrá ser campeón, echando leña al fuego ya existente entre Moyano y el «Chiqui».
El campeonato pasado Pablo calificó de Macrista a Tapia y más tarde anunció una movilización para repudiarlo. luego la suspendió por los cuidados sanitarios, pero advirtió que ya llegaría el momento de hacerla.
«Chiqui» Tapia, es nada menos que el ex marido de Paola Moyano, hija y hermana de la dirigencia camionera, con quien tiene 4 hijos.