El consejo directivo de la CGT respaldó este martes a los precandidatos del movimiento obrero Sergio Palazzo y Alejando Amor para ocupar bancas en el Congreso. A las horas se difundió otro comunicado en el que agregaban con nombre y apellido al peso pesado metalúrgico Naldo Brunelli. El resto recibió un apoyo algo genérico que pone en evidencia las tensiones en Azopardo.
Un documento de la central gremial respaldó a los precandidatos del sindicalismo Sergio Omar Palazzo -a diputado nacional bonaerense- y de Alejandro Amor -como legislador porteño-, ambos por el Frente de Todos, y sostuvo que esa instancia representa «la posibilidad de que el movimiento obrero organizado sume más lugares en el ámbito legislativo».
Una vez que ya había sido levantado por los medios, a las horas, circuló otra versión del mismo comunicado en el que agregaban el respaldo a «Naldo Brunelli para diputado provincial por la Provincia de Buenos Aires», también por el Frente de Todos.
Brunelli es el secretario General de la seccional UOM San Nicolás y secretario Administrativo de la emblemática organización industrial a nivel nacional. En la práctica es el número dos de la UOM y único representante de la ortodoxia cegestista en las listas.
«Es importante también rescatar la militancia de muchos dirigentes que en diferentes espacios municipales, provinciales y nacionales renovarán la posibilidad de mantener sus lugares legislativos y de aquellos que asumen esa posibilidad por primera vez», resume en el siguiente párrafo la central obrera.
Las dos versiones de comunicado cegetista expusieron aún más la omisión de nombres reconocidos como el de Vanesa Siley y Walter Correa, representantes de la pata del sindicalismo cristinista en la CGT. Pensando en el Congreso para renovar autoridades y con la Corriente Federal de Trabajadores como exponente que busca reincorporarse, el testimonio pareció más una declaración de límites que un apoyo.
El documento de Azopardo agregó, para cerrar, que la central obrera confía en que «las bancas de esos gremialistas estarán al servicio de los trabajadores y que los intereses que se defiendan en el Congreso irán en el sentido de la Argentina soñada, es decir, con más producción, trabajo y un salario que recupere todo lo perdido durante los últimos años».