El secretario general de la UOCRA, Gerardo Martinez, ya lideró a fines de 2014 la rebelión sindical contra la cláusula 6 del convenio que los senadores se aprestaban a aprobar y por el cual se recibirán inversiones de China. El gremialista, ariete de los gremios industriales, ejerció presión para que haya modificaciones en el punto que permitía a los capitales chinos traer mano de obra de su país de origen para abaratar costos en las obras a realizar.
En esa oportunidad fue Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria (FpV), quien en su alocución admitió la preocupación de los gremios industriales cegetistas por la cláusula 6 y fue quien, finalmente, realizó la introducción de las modificaciones al texto original para garantizar que el trabajo creado por el convenio con China sea con mano de obra local.
“Acabo de hablar con la Jefatura de Gabinete y el sindicato de la construcción. Vamos a mejorar el texto del artículo sexto, asegurando para la Argentina la ocupación de mano de obra local”, explicó el rionegrino.
Por la presión sindical, encabezada por la Confederación de Sindicatos Industriales que agrupa a metalúrgicos, mecánicos, textiles y constructores entre otros, del proyecto con media sanción que pasa a diputados se quitaron las facilidades para incorporar mano de obra china en las obras.
Gerardo Martinez había alertado que la aprobación del entendimiento con China sin modificaciones ponía en riesgo los puestos de trabajo locales, además de alentar la precarización laboral y la competencia desleal.
Ahora el proyecto, aprobado con cambios, está en manos de diputados donde se descuenta que se convertirá en ley.
El temor de los gremialistas es que pueda haber modificaciones, por eso ya advirtieron que irán a Diputados en «defensa de la industria nacional y del trabajo argentino».
Los sindicalistas, entonces, tendrán una nueva prueba de su capacidad de presión y diálogo para poder reafirmar lo que han conseguido y evitar que se vulneren derechos laborales.