Hoy finalmente llegan a su fin las elecciones en la Asociación de Pilotos de Lineas Aereas (APLA) que enfrentan a los hermanos Biró. Los comicios, de tinte parricidas, definirán el futuro de un gremio clave en el sector aerocomercial y que tiene fuerte influencia tanto del kirchnerismo como del moyanismo.
Esta noche se sabrá, entonces si el gremio queda en manos de Pablo Biró, actual secreatrio general del sindicato y hombre fuerte del kirchnerismo en la actividad, o si queda para Daniel Biró, candidato de la opositora lista albiceleste alineada con el moyanismo.
Días atrás Daniel acusó a su hermano Pablo de posible fraude para tratar de torcer el resultado electoral. Es que, según sostiene, su nómina hasta el momento obtuvo una importante mayoría que sería irreversible.
Daniel Biro lanzó: “Por boca de urna sabemos que nos estamos imponiendo en un 70% al oficialismo kirchnerista que encarna mi hermano”, y acusó a su pariente de una maniobra para vaciar el lugar de votación que pondría el peligro la seguridad de los comicios: ”no creemos casual esta maniobra que lejos de la transparencia arroja la sombra de la posibilidad de fraude…”
Claro que desde el sector de Pablo Biró, actual conducción del gremio, entienden que los comicios le resultarán favorables y que las palabras de su hermano son la demostración de que les está yendo bien.
El hecho de que Daniel Biró denuncie un posible fraude, lo ven como una demostración de debilidad y como “abrir el paraguas” para justificar una derrota que se terminará de concretar esta semana al terminar las elecciones.
El gremio cuenta con 1.500 afiliados, de los cuales ya emitieron su sufragio más de 1.200. Hoy sabremos de qué lado de la familia Biró quedan los pilotos.