Los asociación de fiscales y los trabajadores de la Justicia presentaron formalmente la invitación a la marcha de silencio que se realizará el 18 de febrero en reclamo de justicia por el asesinato del fiscal Nisman.
Los fiscales convocantes tienen un definido perfil opositor, e incluso algunos de ellos sugieren que la muerte de Nisman podría tratarse de un asesinato motorizado por el gobierno.
El fiscal Carlos Stornelli pidió comprender el significado de la muerte de Nisman y para ello comparó ese suceso, y las condiciones en que ocurrió, con «un pozo ciego que desborda».
Stornelli también advirtió: «La muerte macabra debe movilizar a una toma de conciencia de que Nisman fue el primer caso pero podría no ser el último».
A su vez el fiscal Guillermo Marijuán resaltó que será una marcha de silencio, porque espera que «el silencio signifique la paz que necesitan los investigadores para esclacerer el suceso y para encontrar la verdad.»
Los fiscales (estaban también José María Campagnoli y el jefe de fiscales, Ricardo Sáez, entre otros) resaltaron la necesidad de que tanto jueces como fiscales trabajen con independencia.
La marcha partirá desde la plaza Congreso y se dirigirá por avenida de Mayo hasta la fiscalía que encabezaba Nisman, frente a Plaza de Mayo.
Ante ese panorama, Julio Piumato no podía faltar. El titular del gremio de los judiciales destacó que estaban recibiendo muchas adhesiones y que las haría públicas en los próximos días.