Se trata de una seccional de la Uocra que tiene influencia en Quilmes, Florencio Varela y Berazategui. «Lagarto» Olmedo sigue ejerciendo influencia y sueña con volver a ser el 1. Lo acusan de «manejar» al interventor. Confronta con disidentes.
Juan «Lagarto» Olmedo el ex titular de la intervenida seccional Quilmes de la Uocra, mantiene esperanzas de volver a ser el 1 entre los constructores de la zona. Reagrupa a sus hombres de confianza pensando en los comicios de normalización.
El gremialista, recordado por la batalla campal que protagonizó contra el sector de Walter «Lobizón» Leguizamón, al frente de una banda de Lomas de Zamora. De hecho el episodio dejó como saldo un muerto. En dicha oportunidad, hubo siete heridos, cincuenta y tres detenidos, autos quemados y negocios destrozados.
La particularidad de Olmedo es que montó en su antiguo barrio quilmeño, Los Eucaliptus, una iglesia en la que él es el propio pastor, con la que ayuda a los necesitados, les da trabajo en la construcción. Los vecinos le agradecen yendo a su templo.
Olmedo, al que le atribuyen gran influencia sobre la intervención que dispuso la Uocra Nacional, sueña con volver a ser el jefe de la seccional que tiene influencia, además, en Berazategui y en Florencio Varela.
Por otro lado, se presenta el grupo disidente de «Lagarto» compuesto por ex laderos de Olmedo. Se trata de Darío Figueredo, quien estuvo detenido en lo que denuncia una «causa armada» y fue liberado a principios de mayo.
Con él también se encuentra Diego Giménez, el último secretario general del sindicato local antes de la intervención y que también había acompañado a Olmedo.