(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi) Raúl Timerman aprecia un fin de ciclo en la política Argentina, considera que el nunca constituido Consejo Económico y Social es la puerta que empresarios y sindicalistas ponderan a mediano plazo para iniciar la recuperación económica del país. No aprecia posibilidades de recuperación electoral para el Frente de Todos y además subraya que nuestro país, ubicado en debajo del escanio 60 del PBI mundial per cápita, ocupa el podio de los Panamá y Pandora Papers. Aboga por encontrar soluciones a la pobreza sin frenos desde 1983, en la era democrática.
En una red social como Twitter, donde el odio suele ser moneda de uso corriente o parte de tendencias dominantes, Raúl Timerman (@raultimerman) se presenta -breve- como «Turista Político». Realza que está casado con la misma mujer desde los 23 años, «los dos tenemos 76», confiesa sin pudores o escondites coquetos. Ese matrimonio tuvo tres hijos todos varones, dos de ellos casados, cuatro nietos, 3 varones y una nena. «Hincha de Estudiantes de La Plata cuando lo dirigió técnicamente Osvaldo Zubeldía» dice en cuanto a fútbol, pero también acota que es admirador de la nobleza y talento del gran Marcelo Bielsa. Su crianza tuvo lugar bajo la música romántica de los boleros, gusta de alguna breve etapa del rock nacional pero prefiere los tangos y boleros. «Porque me gusta comprender las letras, pensá que a los tangos los escribieron poetas».
Timerman, hoy director del Grupo de Opinión Pública, no es sólo un «Turista Político» como reseña con su buen humor. Es un calificado analista político quién a lo largo de su carrera profesional se desempeñó, como director de empresas como Conarco, Fundación Acindar y la Editorial Tres Puntos. Su experiencia en el ámbito de los medios de comunicación lo llevó a formar parte del lanzamiento de Le Monde Diplomatique en Argentina y la conducción de ciclos radiales en Radio República (AM 530) y El Mundo (AM 1070) A su vez, formó parte de la elaboración de campañas y asesorías para personalidades influyentes en el país y distintas empresas internacionales. En el sector privado, sobresalen sus desarrollos de comunicación masiva de empresas como Hitachi, Wal-Mart, Blockbuster, Terrabusi, entre otras.
En el ámbito académico fue profesor del Instituto Cash del Banco Nación, director Académico de la Cátedra Elliott Jaques de la Universidad del Salvador. En 1994 recibió el premio George E. Willis, por promover el avance de la tecnología a nivel internacional, fomentando la participación cooperativa en áreas como la transferencia de tecnología, la racionalización de standards y la colaboración industrial a nivel internacional.
Pero en la extensa charla con InfoGremiales no ocultó su fascinación por el arte y por allí la conversación comenzó y se extendió generosa pese a su agenda comprimida por el retorno a la actividad presencial en sus oficinas de Cerrito al 800.
«Algo cambió en la Argentina con las PASO, así como en el 2019 el 48% le dijo “basta” al Gobierno de Mauricio Macri. Ahora ese 48% que logró el Frente de Todos no son votos de Alberto Fernández ni de Cristina, lo que quedó demostrado en la última elección, porque pasaron a tener el 31%. No querían a Macri pero tampoco quieren esto»
Raúl Timerman
-El primer punto de interés que tuve en mi vida desde la orientación profesional fue el cine. Jacobo Timerman era muy amigo del director cinematográfico Leopoldo Torre Nilsson y habló con él para que yo fuera «meritorio», dícese del que asistía a todo el proceso de filmación de una película. Así llegué a la producción de «Setenta veces siete» (1962). Fue la primera vez que Isabel Sarli protagonizó un film sin la dirección de Armando Bo.
-Un hito cinematográfico…
-Absolutamente. El libro era de Dalmiro Sáenz, trabajó Francisco Mistral y entre otros un actor brasilero que luego sería muy famoso por su actuación en telenovelas, Jardel Filho. Fue una experiencia linda y que me interesó muchísimo. Luego del paso por el cine no sabía qué hacer, fuí a orientación profesional en la Universidad de Buenos Aires, de donde surgió que tenía una predisposición para las ciencias exactas.
Tal es así que hice el ingreso en la facultad respectiva en la calle Perú 362, lo cual incluyó haber tenido que sobrellevar “La noche de los bastones largos”, la cual implicó un paréntesis. Luego con la reapertura de la UBA estudié y me recibí en ciencias exactas. Esa carrera la desarrollé siempre trabajando en la industria metalúrgica, a punto tal que logré una especialización en soldadura, trabajé 30 años y fui presidente del Instituto Internacional de Soldadura, con una actividad intensa a nivel mundial. La empresa era Conarco Alambres y Soldaduras, fue vendida a una multinacional sueca y me pidieron que me retirara. En ese momento era presidente de la compañía…
-¿Hubo que barajar y dar de nuevo?
-Comencé a trabajar con Luis Moreno Ocampo en su estudio, organizaba las unidades de negocio, ya que me había especializado en estructuras de organización y prácticas gerenciales. Pude estudiar con un canadiense, un tipo apasionante, Elliott Jaques (psicoanalista y psicólogo organizacional que desarrolló la noción de «organización requerida», en contra de muchas otras teorías en el campo del desarrollo organizacional). Durante 10 años di un máster en Recursos Humanos en la Universidad del Salvador, fundé la cátedra Elliott Jaques, lo traje a él a la Argentina, dos veces, experiencias apasionantes.
-Fue un renacentista o si un adelantado en el tiempo. Mucho de lo usted comenta hoy está en boga y parece ser la gran novedad del presente, cuando en realidad se forjó hace años.
-(risas) Es verdad. Lo cierto es que Jaques se preocupaba mucho por esa actividad profesional, pero no por el marketing del modelo que él mismo había desarrollado. Después de estar con Moreno Ocampo trabajé años en una empresa de ropa interior femenina «Areta», para el desarrollo del área comercial. Y en forma simultánea comencé con un programa de radio, en la AM 530, Radio República, la cual en la actualidad es la Radio de Las Madres de Plaza de Mayo, la emisora estaba en La Matanza, iba de lunes a viernes de 23 hasta la medianoche. No voy a negar que tenía cierto temor de andar por la calle a esas horas, y avisaba antes de llegar a la radio. (risas)
«Alguna vez Julio Aurelio en una reunión habló de la ‘insoportable levedad del voto de la clase media Argentina’. Bien, acá quien decide es la clase media y ella va para un lado o para el otro. Fue la la que decidió que Macri no volviera a ser Presidente y la que ahora decide que no haya una hegemonía del Frente de Todos en el Congreso»
-Soldador, es decir trabajador de la UOM, licenciado en Ciencias Exactas, amante del arte, la comunicación, docente y más. ¿No es una utopía entonces aplicar el pensamiento crítico y la “fé poética” en actividades mucho más rígidas?
-Mirá, cuando me ofrecieron la presidencia de Conarco, les pedí como condición que me dieran tres meses o cuatro, para diseñar mi formación en aspectos que me faltaban completar en áreas administrativas o financieras. Viajé a los Estados Unidos para desarrollar un curso para ejecutivos seniors. Fue uno de los últimos que brindó «el padre de la calidad total», William Edwards Deming, un estadístico, profesor universitario y autor de textos. Sus trabajos introdujeron en la industria japonesa los nuevos principios de la gestión, y revolucionaron su calidad y productividad. También llegué a Suiza, al International Institute for Management Development (IMD), una de las más importantes escuelas de negocios del mundo y participé de una intensa experiencia.
Los que dictaban las clases, eran investigadores del IMD, cada unidad duraba un día y eran todos sobre management, con la dinámica de 50 minutos de clase y 20 de un coffe break, para hablar con los docentes y el resto de los asistentes. En uno de esos break le pregunto a un investigador sobre la formación de un CEO y a qué profesional elegiría tomando en cuenta su especialidad. Porque digamos que no se estudia para CEO, uno estudia arquitectura, ingeniería, economía, finanzas u otras disciplinas. La respuesta que me brindó fue que tomaría a una persona formada en ciencias humanas. Porque para ser el CEO de una compañía lo que se requiere es conocer la esencia de la conducta humana. De allí que la opción que él me planteó fue enfocar a profesionales de la psicología, sociología, quizás letras, digamos todas ciencias blandas.
-Hablando de economistas o expertos y finanzas pasando por neoliberalismos, hay un fenómeno de las simpatías y adhesiones de trabajadores o pobres por la derecha. En España se aprecian incluso variantes de derecha como propuestas con adhesión ciudadana.
-El fenómeno de los movimientos de derecha que en Europa ya llevan más de 10 años, comienzan con la oposición a los inmigrantes, como el caso de los turcos en Alemania, alcanzan el racismo o la xenofobia. Fenómenos donde por ejemplo en Austria llegan a gobernar. Sucede que como a España la tenemos más cerca nos sorprende un poco más, pero esto comenzó hace mucho tiempo. Si tomamos el caso de la Argentina, por ejemplo el de Javier Milei, ya que es el más fácil de visualizar. El mismo se monta básicamente sobre el descontento juvenil, adolescente te diría, con el mundo que ha sido creado por la política, son los que no encuentran satisfacción a sus ansiedades porque sienten que no es el mundo donde se van a poder desarrollar. Es allí donde aparecen estos hombre iluminados, muy primitivos en su presentación, que hablan desde que “seamos libres” hasta llegar al «rompamos todo». Hay sectores de la juventud que encuentran atractivos en ese discurso. ¿Por qué sucede? Porque lo que se ha creado desde la política no les otorga satisfacciones, se trata de un sector minoritario. Ahora si nos fijamos en el mundo, las protestas, ya no son más de izquierdas los «protestatarios» son de derecha. El mayo de 1968 hoy sería de derecha.
-¿Usted dice que la rebeldía es de derecha hoy?
-La rebeldía ante el status quo hoy la expresa la derecha. Diría que la izquierda, la que existe en términos generales, es muy poco iluminada, está asimilada al sistema. Crece al 6% del electorado y lo festeja, por eso el fenómeno Milei es algo complicado. Hoy él está entre 2 y 4 puntos detrás de Leandro Santoro, hablando de la Ciudad de Buenos Aires, e incluso avalado quizás por un sector del PJ Capital que no se siente representado por el candidato del Frente de Todos. Se trata de un fenómeno que no ocurre con José Luis Espert en la Provincia de Buenos Aires. Considero que en la política de la Argentina estamos llegando a un fin de ciclo, fijate que en el mundo las luchas electorales son cruentas, donde la verdad es la primera víctima. Se miente, se agrede y se chicanea, se dicen cosas horripilantes. Ahora en el resto del mundo, finalizadas las elecciones, esa lucha termina. En la Argentina no, además de continuar es permanente. Está sesgada por conductas irracionales, hablo de conductas políticas, sociales y mediáticas. En los medios están aquellos cuya única razón de ser es atacar al Gobierno y otros que con la misma intensidad se dedican a defenderlo, atacando a la oposición. Y en esta dinámica se acabó el periodismo.
-Ahora, apelo a su didáctica. ¿Los grupos concentrados , me remito a Jauretche en cuanto a la potencia de las oligarquías para disimular sus lados oscuros, no inciden hasta para que las mayorías no cuestionen a fondo su poder real?
-Primero corresponde decir que esto es la Argentina, por lo cual todo tiene una explicación diferente. Fijate, cómo podés explicar que en términos de PBI per cápita, estamos debajo de la posición 60 del mundo, somos menos del 1% del PBI mundial, en términos de población mundial algo semejante. Pero mientras eso tiene lugar estamos en el podio de los Panamá Papers y los Pandora Papers. En estos últimos detrás de Rusia y Gran Bretaña. Tenemos 2.521 sociedades offshore que no pertenecen al 40% de los pobres, ¿eh?.
Tenemos la burguesía del establishment, del Círculo Rojo y tampoco desde los movimientos populares no se ha construido nada en la Argentina. Desde la presidencia de Raúl Alfonsín al presente tenemos cada vez más pobres, y en esa franja un 10% de indigencia, dicho en sencillas palabras, gente a la que no le alcanza para comer.
«Lo que me llamó la atención, fue que la CGT pidió por la continuidad de la política desarrollada por el ministro de Economía Martín Guzmán. Es decir lo que pidieron fue previsibilidad»
-Apelando a la sencilllez y obviedad de las metáforas referidas al fútbol, ¿se puede pensar que el Frente de Todos para las elecciones de noviembre tiene que pensar en evitar otra goleada, léase perder por poco?
-Entiendo que hay dos posibilidades, una derrota desastrosa o una derrota digna. Tengo la impresión de que las diferencias en la Provincia de Buenos Aires se van a ampliar, mientras el Gobierno considera que van a acortar. Para el caso que fuere considero que es irrelevante. Algo cambió en la Argentina con las PASO, así como en el 2019 el 48% le dijo «basta» al Gobierno de Mauricio Macri, incluso con la remontada del ex presidente que alcanzó el 40% en los últimos 30 días de esa elección porque en las PASO había quedado a 16 puntos. Pero la gente dijo con claridad que no quería que Macri renovara su mandato, ahora bien el 48% que logró el Frente de Todos, no son votos de Alberto Fernández ni de Cristina, lo que quedó demostrado en la última elección, porque pasaron a tener el 31%. No querían a Macri pero tampoco quieren esto.
-¿El contexto de pobreza, desocupación, indigencia, grieta, pandemia, obviar la crisis anterior al Covid son elementos que gravitan de diferente forma para llegar a esos porcentajes?
-Alguna vez Julio Aurelio en una reunión habló de la «insoportable levedad del voto de la clase media Argentina». Bien, acá quien decide es la clase media y ella va para un lado o para el otro. Fue la clase media la que decidió que Macri no volviera a ser Presidente y la que ahora decide que no haya una hegemonía del Frente de Todos en el Congreso.
-Y en estas instancias de la campaña rumbo a las elecciones de noviembre, ¿Qué rol considera que está jugando el Movimiento Obrero?
-Para Juan Perón el Movimiento Obrero era la columna vertebral del Movimiento Nacional Justicialista y eso dejó de ser así. Fijate que la CGT pidió ocho lugares en las listas de candidatos del oficialismo y no les otorgaron ni uno solo. Los 3 candidatos para diputados nacionales por la Provincia Buenos Aires, de extracción sindical, fueron para Sergio Palazzo, Hugo Yasky y Vanesa Siley quienes no forman parte de la CGT. Que por ende no jugó en las elecciones, ni siquiera le dijeron a sus afiliados de qué lado estaban. Con la derrota en las PASO, crisis incluida, se acercaron al Presidente y le dijeron que estaban dispuestos a apoyarlo, con seguridad habrán puesto algunas condiciones también. Ahora lo que me llamó la atención, fue que la CGT pidió por la continuidad de la política desarrollada por el ministro de Economía Martín Guzmán. Es decir lo que pidieron fue «previsibilidad». De allí que estimo que esa reunión de la CGT con el Presidente y funcionarios fue el preludio del encuentro que tuvieron hace algunos días los empresarios con la Casa Rosada. Estimo que tanto la CGT como los empresarios están planteando lo mismo, y me remito a la excelente idea del Consejo Social y Económico, que no se puso en marcha hasta ahora, pero puede comenzar a funcionar desde la voluntad del Gobierno, los empresarios y la CGT.
-Nobleza obliga, cuando en marzo de este año escribimos en el diario BAE Negocios- sobre almuerzos del ministro Guzmán con las centrales obreras, usted nos aconsejó poner en valor y apuntar esos contactos. Otro dato duro, días atrás y apenas sellada en trámite rápido la revisión paritaria de la UOM, tanto las cámaras empresarias como el sindicato ponderaron una apuesta por la “previsibilidad”. ¿A empleadores y a trabajadores los une el espanto?
-Es muy posible. Diría que ante el temor de regresar a tiempos no tan lejanos lo que hacen es establecer las bases para un acuerdo social incluso antes de que haya un eventual cambio de Gobierno. Más allá de que a Alberto Fernández le restan dos años de mandato, están trabajando para concretar un acuerdo por la reconstrucción de la economía Argentina. Eso implica que cualquier administración que continúe después de 2023 no pueda hacer lo que se le ocurra.
«En los medios están aquellos cuya única razón de ser es atacar al Gobierno y otros que con la misma intensidad se dedican a defenderlo, atacando a la oposición. Y en esta dinámica se acabó el periodismo»
-Una de las pocas veces que lo aprecié enojado fue cuando como expositor participó de un foro en el Hotel Faena y parte de ese panel planteaba el liberalismo, en sus variopintas formas, como solución a todos los males de este país y el mundo. Incluso menoscabando derechos.
-Reflexionando sobre los libertarios y el pedido de libertad que hacen corresponde aclarar que “libertario” es la parte patológica del concepto. Pensemos por ejemplo que una cosa es la autoridad y otra el autoritarismo. La trilogía que planteó y desarrolló la Revolución Francesa fue «libertad, igualdad y fraternidad». Por ende sin igualdad no hay libertad. Entonces corresponde la pregunta: ¿Cuál es la libertad de un pobre, que está inserto en el 40% de pobreza que hoy sufre la Argentina, el cual tiene que laburar o buscando un laburo para juntar la plata necesaria para comprar comida?. Entonces allí tenemos que pensar, ¿cuál es su libertad. La que no posee para comprarse el auto que quiere, vivir en el barrio cerrado que prefiera, elegir el país que desee para hacer turismo vacacional? Llegamos a una deducción simple si no existe la igualdad no hay libertad.
-¿Qué otro planteo correspondería agregar en ese plano de análisis?
-La igualdad la podés plantear en términos de equidad, para brindar las mismas oportunidades a todos, por caso, para que todos puedan ir a la escuela primaria, a la secundaria, a la universidad. Hablamos de otorgar las posibilidades de que las personas se desarrollan y crezcan. Si dicen que corresponde rediscutir todos los temas, podemos estar de acuerdo, como también debo decir que no debemos obsecarnos en la cuestión de los derechos adquiridos.
Porque esas potestades son adquiridas para quienes ya los poseen. Pongamos por caso el problema que tiene lugar cuando cierra una pyme y no le paga a ninguno de sus trabajadores y trabajadoras. No les pagan porque no tienen plata y a ese tema hay que buscarle una solución y la misma sin ninguna duda tiene que tener la participación del Estado. En mi caso hablé muchísimo de la denominada «flexibilización laboral» con algunos sindicatos. Esa dinámica, me explicaron, se discute en forma permanente en los convenios de labor. Horarios, días de trabajo, modalidades y otros puntos son temas de los cuales los sindicatos se ocupan. La búsqueda de soluciones tiene que hacer también foco en las empresas frágiles, hablamos de aquellas que no tienen su subsistencia asegurada y por ende su personal está en el aire.
A ellos corresponde buscarles una solución para sus problemas, no hablamos de quienes ya cuentan con sus derechos adquiridos, hablamos de aquellos que no los poseen. Y la cuestión compleja pero sencilla de explicar es que esos trabajadores, si la pyme cierra no se queden con las manos vacías. Todos estos temas corresponde discutirlos, pero es menester que ese debate tenga lugar en una situación de diálogo, no desde la confrontación.