Las negociaciones aún están abiertas. Se habla de un triunvirato con eje en servicios, transporte e industria. Héctor Daer y Pablo Moyano pican en punta. Antonio Caló y «Paco» Manrique suenan. A eso se le podría sumar un representante por la línea de Luis Barrionuevo o por la Corriente Federal.
Cumplida con éxito la movilización por el Día de la Lealtad, la CGT apunta a su saldar su interna para definir su nueva cúpula. El Día D es el 11 de noviembre. En un Congreso a celebrarse en Parque Norte y a tres días de las elecciones legislativas, se definirá la nueva cúpula de Azopardo.
A la fecha la conformación de un triunvirato con con eje en servicios, transporte e industria es una posibilidad sólida y un secreto a voces en el sindicalismo. Se habla de Héctor Daer, Pablo Moyano y Antonio Caló o Mario «Paco» Manrique como principales candidatos.
No obstante no se descarta la chance de sumar «un sillón más» para cerrar filas con todo el espectro del movimiento obrero. En esa alternativa permanece expectante la línea Azul y Blanca del gastronómico Luis Barrionuevo y también la Corriente Federal de Trabajadores de Sergio Palazzo.
La posibilidad se baraja desde hace un tiempo en voz baja. Alguna vez, incluso, propusieron elegir un póker de Secretarios Generales con mandatos rotativos de 1 año. Hoy eso parece más lejano.
«Vamos a integrar la futura conducción con los mejores hombres y mujeres pero tiene que estar todo el movimiento obrero integrado. No hay posibilidades de dividir, ni por alguna cuestión personal, dejar sectores afuera. Vamos a hacer todo lo que tengamos que hacer, la unidad es irrenunciable», dijo Héctor Daer en declaraciones que refrescó BAENegocios. En términos similares se expresaron Caló y Hugo Moyano en el marco de la recorrida gremial del pasado lunes por el centro porteño.
«Tiene que haber una sola CGT, sólida y con fortaleza para defender los derechos conquistados y mejorar el salario y las condiciones de trabajo», dijo Jorge Kalinger de los docentes privados (Sadop) al mismo diario.
Las cartas todavía no se terminaron de jugar. Si bien el triunvirato es una forma de conducción que históricamente fracasó en Azopardo, la necesidad de unidad y la dispersión interna parece tenerla como única salida. Hasta podría dar margen para un cuarteto de conductores.
«Hemos instalado en todos los trabajadores y en la sociedad la necesidad de unirnos para luchar todos juntos para sacar el país adelante», aseguró Moyano el lunes. Y esa necesidad implica que lo estatutario deba adaptarse a la política.