La CTA marchó a Plaza de Mayo

En la jornada de ayer la CTA opositora, la multisectorial de organizaciones sociales y políticas y la Corriente Sindical Clasista pararon, cortaron rutas y terminaron el día con una movilización a Plaza de Mayo.

Las actividades que se iniciaron por la mañana con un paro por 24 horas que apenas se hizo sentir en la administración pública de algunas provincias como Buenos Aires, Neuquen y Jujuy, continuaron con cortes de calles y finalizaron con una marcha desde Avenida de Mayo y 9 de Julio hasta Plaza de Mayo.

Pasadas las 18 horas, Pablo Micheli se hizo de la palabra y con un discurso de fuerte tono opositor cerró la jornada. Micheli sostuvo “los trabajadores no estamos dispuestos a pagar un ajuste que no generamos”. Y agregó “no estamos dispuestos a que los trabajadores seamos la variable de ajuste una vez más”.

No faltaron las referencias a las conducciones sindicales ausentes. Micheli apuntó a Hugo Yasky y a Antonio Caló como cómplices de un ajuste que se viene sobre los salarios y expresó añoranza sobre la presencia de Moyano en las luchas opositoras “lo más importante no es que Moyano esté acá arriba del escenario, ojalá en la próxima esté, pero lo más importante es que ahí abajo haya miles y miles más”, señaló.

Aunque para el Secretario General de la CTA ayer hubo 500 mil personas movilizadas en las diferentes actividades de la jornada nacional de protesta, la concurrencia a la movilización fue raleada y se advertían muchos claros. Consciente de la situación Micheli expresó “vamos a seguir trabajando para concretar el viejo sueño de parar el país”.

Entre los reclamos más significativos que se oyeron en la Plaza de Mayo se destacan la prohibición de despidos y suspensiones, un salario mínimo de 9 mil pesos y la no criminalización de la protesta social.

Además los oradores expresaron su apoyo a la lucha de los docentes de la Provincia de Buenos Aires y reivindicaron los piquetes como métodos de protesta del pueblo.

La mancha de la jornada la protagonizaron miembros de las columnas de izquierda que se trensaron a golpes de puños en plaza de mayo en una disputa por la ubicación. Esta situación percibida por todos y calificada como “internitas de universitarios” para Micheli no empañó lo que consideró una «coordinación multisectorial amplia, generosa y sin egoismos».