En un encuentro en el que participaron representantes de la CTA Autónoma, la Corriente Clasista y Combativa, Serpaj, APEMIA, Movimiento Teresa Vive, Camino de los Libres y legisladores como Claudio Lozano y Liliana Parada, se fijó la postura definitiva sobre la convocatoria para el 18F. La decisión fue unánime: «No participar de esa convocatoria y seguir trabajando en conjunto para que se termine la impunidad y se democratice el Poder Judicial».
El documento difundido por los integrantes del espacio ratificó que: «no somos convocantes de la marcha del 18 por no compartir las consignas y propuestas de la misma»
Además agregaron: «Interpretamos y respetamos a quienes se movilizan en búsqueda de finalizar con la impunidad y el encubrimiento. Sostenemos diferencias con muchas personas y entidades que convocan o se suman a la movilización, algunas de las cuales tienen responsabilidades en relación a impunidad y encubrimiento en el atentado a la AMIA».
Los dirigentes, encabezados por Micheli, sostuvieron que «estamos ante una profunda crisis política e institucional y que la voz del pueblo debe hacerse oír por arriba del ruido incesante de los medios de comunicación de masas y el llamado a silencio de otros interesados. Reiteramos la exigencia de medidas de fondo, sin oportunismos electoralistas ni maquillajes gatopardistas como la creación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), reconociendo la responsabilidad absoluta de los tres poderes del Estado y poniendo fin a la injerencia de poderes extranjeros».
Y concluyeron: «convocamos a luchar por la apertura de los archivos y una Comisión Investigadora Independiente de todos los poderes del Estado involucrados en el encubrimiento de la masacre de la AMIA. Sólo una Comisión de estas características puede generar condiciones para terminar con la impunidad de la masacre a la AMIA, de la cual la muerte de Nisman es un capítulo más. Convocamos a luchar por la disolución de la SI, ex SIDE, y todos los aparatos de inteligencia al servicio de intereses ajenos al pueblo, la anulación de la Ley Antiterrorista y otras herramientas destinadas a perseguir a los movimientos populares y la destitución de Milani al frente del Ejército y los servicios».
Con esta postura pública la CTA que comanda Micheli ratifica lo que informásemos ayer y expresa una postura independiente que toma distancia del oficialismo y de la oposición a quienes calificó de oportunistas.