La Federación de Trabajadores de Aguas, Gaseosas y Afines expresaron su preocupación por las fuentes de trabajo frente a la nueva ley que busca desalentar el envasado de alimentos y auguran que las empresas trasladarán el costo a los consumidores, además de que podría redundar en mayor desempleo.
La Federación Argentina de Trabajadores de Aguas, Gaseosas y Afines (FATAGA), con la firma de su secretario general Raúl Álvarez, emitió un comunicado en donde rechaza la iniciativa del oficialismo, propuesta para su tratamiento inmediato en la Cámara de Diputados, sobre una nueva ley que prevé gravar la actividad con una tasa del 3 por ciento a los alimentos envasados. El total de esta suma lo recibirá el Ministerio de Ambiente para crear desde ahí un fideicomiso que permita financiar el tratamiento de residuos inclusivo.
Desde luego, “los trabajadores de FATAGA adhieren a los esquemas de reciclaje inclusivo, pero advierten que la tasa que se quiere aplicar para financiar esa actividad redundará en mayores costos de producción e inevitables incrementos de precios”, dice el comunicado.
“Nuestra preocupación, como siempre, son las fuentes de trabajo -subrayó Raúl Álvarez-. El cálculo es sencillo porque aplicando una nueva tasa a nuestra actividad, crecerán los precios y proporcionalmente la inflación; caerán aún más las ventas y eso generará tensiones sobre la masa crítica de mano de obra. Es decir, si esto se aprueba, también habrá mayor desocupación”.
Además de FATAGA expresaron su rechazo al proyecto del oficialismo la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) y la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA).
Las tres organizaciones expresaron su apoyo para solucionar la problemática del reciclado de los envases pero sin crear nuevos impuestos.