Con un duro comunicado la CGT Azopardo salió a mostrar los dientes, envalentonada luego de haber sido de los motores principales del 18F. Aportando logística, seguridad, militantes y una de las cabezas de la marcha (julio Piumato), el moyanismo sale a tratar de cosechar algo de lo que dejó la movilización.
Mientras el debate público gira en torno a si la marcha tenía corte opositor o era «apolítica», como sostenían parte de sus convocantes, Azopardo salió a saldar esa diferencia de manera tajante: la marcha fue opositora.
Es más, desde Azopardo titularon el comunicado como «18 F: la marcha mundial contra el gobierno». Clarito.
Además desde el sector comandado por el camionero sostuvieron que había unos 400 mil asistentes, tratando de subirse a la discusión sobre la concurrencia, aunque sin demasiados argumentos.
El comunicado cierra con un contundente «En octubre las urnas dictarán quienes nos representarán los próximos cuatro años. Sin lugar a dudas, un cambio de timón, si bien no nos garantiza la solución, si nos permite un poco de esperanza».
Se acerca octubre y desde la CGT de Moyano parecen cada vez más jugados en subir su perfil opositor, aunque eso demore un poco las conversaciones por la unidad del movimiento obrero.
Es que desde el moyanismo creen que consiguieron un hito con la moviización que deben aprovechar para vtratar posicionarse en un lugar que les permita intervenir en la vida pública que hasta ahora le dio la espalda.
Cada vez queda más claro el corte político de Azopardo, veremos si eso redunda en mayor contundencia, o por el contrario deteriora su fuerza y su capacidad de movilización por teñir los reclamos de intereses que exceden lo gremial.