A diferencia de la apertura de sesiones de años anteriores, el oficialismo apostó por una plaza colmada y que funcionara como una especie de contracara del 18F. Para eso, optó por sumar presencia de intendentes y sindicatos, además de la movilización de los partidos y agrupaciones kirchneristas más leales.
En la Asamblea Legislativa estuvieron presentes el titular de la CGT, Antonio Caló; Milagro Sala, de la agrupación Túpac Amaru, Norberto Di Próspero, de la Asociación del Personal Legislativo (APL), Omar Viviani, de los peones de taxis, Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria y Víctor Santa María, titular de los trabajadores de edificios, entre otros.
En la Plaza frente al congreso hubo alrededor de 300 mil personas, en distintas columnas de gremios industriales y estatales, junto con organizaciones políticas, sociales y juveniles, además de familias que fueron a escuchar el discurso de Cristina Fernández de Kirchner en la inauguración del nuevo período legislativo.
Las columnas obreras, encabezadas por la UOM y el SMATA, se instalaron por la avenida Entre Ríos, mientras que los militantes de la CTA de los Trabajadores, lo hicieron por la calle Hipólito Yrigoyen.
Entre las banderas cegetistas pudieron verse nutridas columnas de UPCN, la UOCRA, el sindicato de trabajadores de televisión, el sindicato de Vialidad Nacional, ferroviarios y la Juventud Sindical Peronista, entre otros.
Como habíamos adelantado la semana pasada, los gremios movilizados por la CGT fueron los que responden al espacio del MASA, mientras que los Gordos y los Independientes prefirieron darle la espalda al acto, mientras tejen su camino en soledad.