La firma de postal OCA, que supo ser el paraíso de los Camioneros con casi 7 mil afiliados, sigue el camino de ajuste comenzado en los últimos meses. Tras los despidos masivos de octubre, hubo nuevas cesantías de personal fuera de convenio. Además, licenció a todos aquellos que no tengan el esquema completo de vacunación.
En octubre se concretó el traspaso de manos de OCA, la firma de correo privado más importante de la Argentina. Sin embargo, el entusiasmo inicial de los trabajadores por un hipotético resurgimiento de la empresa, que supo ser uno de los ejes de poder de los Moyano, donde los Camioneros tenían unos 7 mil afiliados, pronto se convirtió en incertidumbre.
Entre las primeras medidas del nuevo dueño, un empresario vinculado a Cristóbal López, se encontraba una tanda de despidos. Y fueron algo más de 300. En plena vigencia de la prohibición y sin que se diera marcha atrás.
Para peor, utilizando como amparo la Ley de quiebras, OCA gambeteó la doble indemnización y apenas les pagó 3 salarios como resarcimiento a cada uno de ellos. En ese universo había muchos operarios con más de 20 años de servicios.
Ahora, a 3 meses de esa decisión, la firma profundiza el camino de ajuste. En las últimas semanas volvió a recortar empleos y el eje fueron los empleados fuera de convenio.
«Son Jefes, supervisores, directores, empleados administrativos, empleados comerciales, empleados de márketing», explicó una fuentes de la empresa a InfoGremiales.
Si bien aún no se sabe el número preciso de quienes perdieron su fuente de trabajo, sí se dio cuenta de que hubo despidos en distintos puntos del país.
A esto, la nueva gestión le sumó un recorte de las licencias gremiales para representantes de Camioneros y la adecuación del número total de delegados a la nueva realidad de la dotación de la compañía postal. «Muchos tuvieron que volver a trabajar», advirtieron.
Se descuenta, que por la cautela para intervenir, la determinación cuenta con el aval implícito de los Moyano.
La situación se corona con una reglamentación interna que le impide el ingreso al trabajo a aquellos empleados que no hayan completado su esquema de vacunación.
Quienes hayan optado por no vacunarse o no hayan completado su esquema de vacunación fueron impedidos de prestar servicio y los pasaron el código como grupo de riesgo. En la práctica, eso implica que pierden en su haber a fin de mes los viáticos y el plus por comida.