Ayer pasadas las 16 horas Hugo Moyano juntó al Consejo Directivo de la CGT Azopardo para tratar una serie de temas vinculados a la agenda que tendrá la central sindical para este 2015. Salarios, paritarias, Ganancias, caso Nisman, los acuerdos entre Argentina y China, situación de los gremios docentes y, fundamentalmente, para tomar una decisión sobre la posibilidad de sumarse al paro de 24 horas que lanzaron los gremios para el 31 de marzo.
Aunque el propio Sindicato de Choferes de Camiones es uno de los impulsores de la medida de fuerza, fue el mismo Moyano el que propuso no tomar una resolución apresurada en este momento.
Con acuerdo de la mayoría, entonces, la CGT Azopardo pospuso su resolución y volverá a tocar el tema para tomar una decisión definitiva en la próxima reunión de Consejo Directivo que se realizará en dos semanas.
Es que la intención del moyanismo es acoplarse a la medida de fuerza y pasar de un paro de transporte a un paro general. Sin embargo, el temor son las negociaciones que mantienen algunos los impulsores (UTA-Fraternidad) con el Gobierno Nacional para poder llegar a un acuerdo y dejar sin efecto la huelga. En ese caso Azopardo quedaría muy expuesta. Se le presentaría la disyuntiva de tener que levantar también el paro o, en todo caso, avanzar con una huelga de poco impacto. Ambas situaciones serían una demostración de debilidad.
Por lo tanto la cúpula moyanista entró en un compás de espera. Quiere jugar pero teme adentrarse en la carrera muy rápido y quedar en off side.