(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi) Florencia Cañabate asumió la Secretaría General del Sindicato de Peajes en plena pandemia. Desde la convicción por los derechos de la mujer en la igualdad de posibilidades, no sólo remite a la «grieta salarial» por la cual las mujeres cobran casi el 25% menos que un hombre. Define también que la CGT tiene una materia pendiente en cuanto al protagonismo femenino. La secunda Facundo Moyano en el SUTPA. Comparte con él la visión por la necesidad de discutir el modelo laboral argentino. En política nacional, identificada como peronista, espera que de cara al 2023 Alberto Fernández desde su impronta supere las pulseadas, egos o diferencias internas del Frente de Todos.
Una cómoda mesa circular negra en su oficina del Sindicato Único de los Trabajadores del Peaje y Afines (Sutpa), tazas con té y café como bienvenida cordial. La puntualidad, además, para una charla que abre el ciclo de entrevistas 2022 de InfoGremiales con agenda abierta. De allí sabremos que su cable a tierra es caminar y la fortalece el afecto de sus hijas. Inocultable su pasión por la dinámica gremial y política. También sabremos que, sin agradarle demasiado el fútbol, es hincha de Independiente por legado familiar y que durante el imperio del Coronavirus le tocó asumir como Secretaria General de su sindicato.
«Todos los desafíos juntos, sí. Me tocó llegar en pandemia, primero transité por la secretaría Gremial y ahí fui haciéndome en este camino hasta llegar a la Secretaría General, una responsabilidad importantísima. Se trata de defender los derechos del trabajador y la trabajadora de peaje, un desafío más que importante y lo tomo sabiendo que voy a dar y que estoy dando lo mejor de mí». La reflexión de Florencia Cañabate en la semana del #8M, sobre el cual la máxima responsable del Sutpa, que trabajó como cajera en estaciones de peaje, suele acotar; «el #8M es cada día de los 365 que conforman un año».
Si de referencias temporales políticas se trata vale acotar que Cañabate anticipó que una foto del Congreso de la CGT, en noviembre pasado, con varias mujeres en tal imagen, no iba a solucionar la cuestión de fondo en Azopardo sobre el rol y el derecho de protagonismo y decisión femenino.
«Siempre nos planteamos la lucha de las mujeres, por la igualdad de posibilidades, Que una mujer tenga la misma chance que un hombre a llegar a un cargo jerárquico, algo que tampoco se daba en las distintas empresas y hoy sí lo estamos logrando»
Florencia Cañabate
El organigrama del Sutpa también realza en cuanto a que la secunda allí en la cúpula, el ex titular de dicha organización y ex legislador nacional Facundo Moyano.
-¿Bajo el estrés de su actividad gremial y política están los afectos para sostenerse?
-La familia es importante en todos los momentos de la vida y en este en particular también. Me apoyo mucho en mis hijas, en el papá de ellas y en mis hermanos. Más allá de que soy mamá separada, él es un papá presente. Entonces puede acompañarnos y ayudarme con ellas en los momentos donde no puedo estar o me insume más tiempo el rol que estoy ocupando. Hay una familia presente y lo agradezco.
-Existe una frase antipática, pero respecto a mujeres parece dar el talle: nadie les regaló nada.
-Es parte una lucha que las mujeres venimos dando hace tiempo. Desde las 129 trabajadoras de la fábrica Cotton, antes y después ¡hubo tantas luchas y tantas mujeres que quedaron en el camino! Aún así todavía no se plasma en la realidad lo que la mujer quiere ver dentro del sindicalismo, las empresas, y la política por citar algunos segmentos. Si tenemos en cuenta que la mujer, por ejemplo, gana el 24% menos que el hombre en el mismo cargo o con idéntico poder de decisión, es algo que tenemos que romper. Las mujeres y los jóvenes tenemos los mayores índices de precarización. Son realidades por las que luchamos para cambiarlas y es algo por lo que estoy muy convencida. Siempre digo: cuando dejemos de hablar de género y empecemos a hablar de capacidades ahí la discusión va a ser otra. Todavía nos circunscribimos al género. Lo hizo la CGT en la última elección al duplicar los cargos por secretaría. Una mujer tiene que estar en el lugar que merece estar por idoneidad, al igual que un hombre, pero eso, hasta hoy, todavía no pasa. Es lo mismo que cuando hablamos del cupo femenino en las entidades sindicales. ¿El 30% qué termina siendo? ¿Una discriminación positiva? ¿Necesaria? Totalmente necesaria, pero no tenemos que poner un cupo, no tiene que haber un mínimo o un máximo. Las mujeres, tanto como los jóvenes, como los hombres también, no tiene que tener techo. Es así.
-Se llega a considerar incluso que la mujer no debe tener fricciones, roces o cuestiones de ego en política o gremios, como sí las tenemos los hombres en cualquier disciplina.
-Somos individuos, independientemente del género. Y las ambiciones personales, laborales, o todo tipo de ambición va a generar algún roce o alguna suspicacia en algún momento. ¿No es lo que tiene que ser? Perfecto, pero es la realidad. Y no podemos tapar la realidad con un dedo, no voy a decir: No, el ámbito para la mujer dentro del sindicalismo es ilegal. No. Tenemos que ser críticos porque a través de la crítica es que podemos crecer y que podemos construir.
-Del ciclo de entrevistas 2021 en InfoGremiales conservamos una pregunta. ¿A Cristina Fernández gran parte del Movimiento Obrero le guarda recelo por su condición de mujer?
-No lo comparto. Más allá de afinidad con ella, o no, es un animal político importante, se haya manejado bien o mal. Si en algún momento se alejó del Movimiento Obrero nosotros hicimos acuse de eso y obviamente que no respaldamos las decisiones que no apoyaban a los trabajadores, pero creo que se dio el lugar, algo también excepcional que no es la regla.
-Está al frente de un sindicato joven, ante chicos y chicas bombardeados desde medios y redes sociales sobre las presuntas ventajas de la meritocracia y el individualismo. ¿Cómo impulsa la riqueza, la energía y la dignidad de lo colectivo?
-La sociedad es individualista. Lo vemos desde que salimos a la calle, agarramos el auto y manejamos. La conducta de un conductor hacia el que va atrás es evidente, no se fijan en el otro, hay una falta empatía inmensa.
Pero dentro de lo que es el sindicato, el Sutpa es una organización nueva que enmarca lo que es lo nuevo, la visión distinta, el aggiornamiento, la nueva impronta. Remarcamos lo colectivo porque creemos, y soy una convencida como secretaria general, de que los logros no son un nombre propio, sino de una organización y es lo que trasladamos a las bases.
«¿Qué digo con respecto a los movimientos sociales o al asistencialismo? No está mal, pero tenemos que tener un plan más allá , caso contrario nos convertimos en un Estado asistencialista. ¿Qué le brinda el trabajo a la persona? Dignidad»
-Hablando de nombres propios en la conducción que lidera, hay un Moyano, un apellido que constituye una marca registrada en el sindicalismo argentino.
-Facundo Moyano es un compañero que suma a nuestra actividad, más allá de que obviamente es nuestro referente y conductor. Me permite desempeñar el cargo de Secretaria General con total libertad y me apoyo en él porque conoce y sabe. Si no lo hiciese, creyendo que me las sé todas, me estaría equivocando. Y hablo de un error que comenten muchos dirigentes sindicales, políticos y empresarios.
-¿Hay discusiones con él?
-(sonríe) Hemos discutido, no fuerte, tenemos una relación de mucho respeto, sí hemos intercambiado más de una vez opiniones y no hay ningún prurito por ninguna de las dos partes. El me puede decir lo que piensa o dónde cree que nos estamos equivocando y yo le puedo decir no; para mí por acá no es; creo tal cosa. Me da la entidad como secretaria general y nunca sentí coartada esa libertad de manejarme dentro de lo que son los criterios del Sutpa.
-Facundo Moyano planteó en su momento que debía discutirse el modelo sindical e incluso algunos convenios. Fijando esa postura encendió recelos en otros dirigentes.
-Lo mejor son los hechos antes que las palabras. La oratoria es muy buena, la retórica es muy buena, pero si no lo plasmamos en hechos queda todo en el frío papel. Creo en la democracia sindical que él en algún momento impulsó en el Congreso, y no tuvo acompañamiento legislativo. Esa democracia es totalmente necesaria dentro de las organizaciones sindicales. Porque nos dará una nueva impronta, que incluye la participación de la mujer y volvemos a lo del cupo femenino. Nosotros como organización siempre tuvimos más de un 30% de compañeras en los cargos electivos, en puestos y roles de decisión, y hoy tenemos el 55% de la comisión directiva compuesta por mujeres. Como organización estamos un paso adelante.
En cuanto a lo que Facundo había planteado, lo hizo en la certeza de que el sindicalismo se tiene que dar una discusión por el modelo laboral, hoy no es lo mismo que en la década del 60. Cambió y no se da esa discusión. Nosotros no la planteamos para sacarle derechos al trabajador. Si en algún momento alguien pretende eso, vamos a estar en la calle como lo estuvimos siempre. Pero cuando planteamos la suma de derechos tenemos que tratar la inclusión de todos los trabajadores y las trabajadoras que están en informalidad. Nunca defendí a un trabajador o a una trabajadora que estuviese fuera de la Ley de Contrato de Trabajo. Ahora, ¿Que eso no me haya tocado a mí, significa que no hay gente que está en la informalidad? Hay un montón de personas en tal condición informal, como los planes sociales o los movimientos sociales. ¿Qué digo con respecto a los movimientos sociales o al asistencialismo del Estado? No está mal, pero tenemos que tener un plan más allá de esa realidad, caso contrario nos convertimos en un Estado asistencialista. ¿Y qué le brinda el trabajo a la persona? Dignidad.
-Su organización gremial nace con el cobro de peajes en las autopistas, tiempos incluso donde los derechos de los trabajadores y trabajadoras no estaban de moda…
-Somos todos trabajadores y trabajadoras que salimos de las cajas, de distintos sectores de administración, de la seguridad vial. Con la coincidente decisión de involucrarse y ser parte, para concretar una impronta. Cuando digo que los dirigentes le tienen que poner esa impronta nueva, es la que vino con esta comisión directiva: el dirigente cercano a las bases, la secretaria general yendo a hablar con cualquier compañero o compañera de igual a igual. Porque eso es lo que somos, son roles distintos nada más. Eso es lo que hace que el afiliado, la afiliada, vean distinta la organización, después la lucha gremial va a seguir siendo la misma, nosotros somos un sindicato. Los logros van a seguir siendo los mismos, pero la lucha es de todos.
-Hay hechos delicados y violentos que sufren los de cajeros de peaje o el personal de las grúas en la autopistas y no trascienden. He visto a algún automovilistas quemándole la mano a una cajera con un cigarrillo mientras arrancaba con su auto…
-Son problemas que enfrentamos a diario y tratamos de solucionar a través de la secretaría Gremial y de Seguridad e Higiene. Siempre estamos presentes, aunque en el momento el caso particular no se puede atender. No tenemos un policía al lado de cada peajista, lo cual tampoco impediría esas situaciones porque el tema es la falta de empatía, de fijarse lo que le pasa al otro, de consideración y respeto. Hay gente para la cual el cajero es una molestia, como pagar el peaje es una molestia.
Si vivimos en una sociedad individualista no vamos a pretender que el peaje sea la excepción. El cajero, en el momento de la noche, cuando vas a trabajar a las 6 de la mañana y no tenés ganas de ir, o cuando volvés a las 7 de la tarde comiéndote todo el tránsito y los problemas que tuviste en el trabajo, ahí el cajero es el responsable de todo.
«Hoy me toca el desafío de la reconversión de nuestra actividad y de no perder un puesto de trabajo. El día de mañana, con ese saldo cumplido, seguramente aspiraremos a más»
-No alcanza con las cámaras de seguridad.
-Todas las cabinas de peaje tienen cámaras de seguridad, en las vías también las hay y nada detiene a esa maldad, entre comillas podríamos decir, de la que hablamos. Porque ese pase de factura gratis al cajero, es lo que provoca muchas veces, y más allá del desgaste por la tarea que realizamos, otras dolencias como la disminución auditiva u otras dolencias por los bocinazos frente a las estaciones. Más allá de que automaticen todos los peajes, la base de este servicio van a ser los trabajadores reconvertidos. Nosotros vamos a pelear y dar la lucha. Una cosa es que avance la tecnología y otra que el Estado o las empresas hagan rehenes a los usuarios de un dispositivo.
Represento a 7.000 trabajadores y trabajadoras, en nuestra comisión directiva hay un 55% de mujeres. Porque esa también fue una lucha que tuvimos que dar en las empresas, la incorporación de mujeres en los distintos turnos, como en seguridad vial, eran tareas que estaban relacionadas netamente con el hombre. Hoy tenés compañeras en el turno noche de Aubasa por ejemplo, que hasta hace años era algo prohibido por parte de la empresa, para el mismo turno en limpieza tampoco las querían. No llegamos todavía al 50 y 50 pero estamos en ese camino. Siempre nos planteamos la lucha de las mujeres, por la igualdad de posibilidades, que una mujer tenga la misma chance que un hombre para llegar a un cargo jerárquico. Algo que no se daba en las empresas y hoy sí lo estamos logrando.
-Mirando al Frente de Todos o sea al Gobierno, lo que resta para 2023 y después tiene demasiados roces y no menos interrogantes en el propio oficialismo. ¿Privará el criterio colectivo que usted realza?
-Espero que se tenga en cuenta lo colectivo y no lo individual, cuando vos lo habías planteado con respecto al sindicalismo, lo que era el Sutpa, espero que eso también se pueda plantear dentro del Gobierno. Que se dejen de lado los egos, los nombres propios y el que decida y tenga esa impronta sea el Presidente de la Nación porque eso será en favor de todos los argentinos. ¿Si lo veo con preocupación o no? Lo veo con recelo. No creo que va a ser el escenario más fácil para el Gobierno. Siempre lo digo desde el sindicalismo, nuestro lugar y se lo transmití y lo sigo haciendo a los delegados, trabajadores y trabajadoras que represento: la mejor campaña de un animal político es la gestión. Cada uno tiene que saber qué gestión realizó.
-¿Qué situación le duele, entristece o derrumba de las que le toca enfrentar?
-No me duelen porque las voy a solucionar y las voy a gestionar, y no lo hará Florencia Cañabate sino el Sutpa. El desafío es la reconversión y que no se pierda un puesto de trabajo, porque caso contrario no estaría sentada acá hablando con vos. Una dentro de su crecimiento personal se plantea distintas posibilidades, cada uno con la mayor responsabilidad en el rol que le tocó ocupar en el momento. Hoy soy la secretaria general del Sutpa, me toca el desafío de la reconversión de la actividad y de no perder un puesto de trabajo, el día de mañana, con ese saldo cumplido, y seguramente aspiraremos a más. Desde ya que da orgullo ver a miles de trabajadores y trabajadoras, aplaudiendo por lograr el acuerdo paritario que esperaban pero no tomo esa aplauso para Florencia Cañabate, lo tomo desde el Sutpa, la organización, que en 2006 y hasta hoy defendió y defiende a los trabajadores y trabajadoras del peaje. Y no tengan dudas de que lo vamos a seguir haciendo con la misma fuerza.