La conducción de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) repudió hoy el «acto vandálico» concretado ayer en la estación del subte «Entre Ríos-Rodolfo Walsh» de la Línea E, y llamaron a dirigentes políticos, sociales y de derechos humanos a sumarse a un acto de repudio contra los violentos desconocidos, previsto para este mediodía.
«En horas de la mañana de ayer, en el Día Nacional por la Memoria, por la Verdad y la Justicia, en una clara conducta provocadora y negacionista, un grupo fascista vandalizó la estación del subte «Entre Ríos-Rodolfo Walsh» de la Línea E», informó la AGTSyP a través de un comunicado, con las firmas de Roberto Pianelli y Néstor Segovia, secretario general y adjunto de la organización gremial.
En ese marco, desde la entidad de los trabajadores del subte hicieron un llamado a «los referentes de los organizamos de derechos humanos, organizaciones sociales, políticas y sindicales a repudiar este hecho y acompañar hoy masivamente la inauguración del mural homenaje a Rodolfo Walsh, en la estación que lleva su nombre».
El encuentro se desarrollará a partir de las 12.30, en la Estación Rodolfo Walsh de la Línea E de subte, ubicada en avenida Entre Ríos y San Juan, donde Walsh fue secuestrado y donde se inaugurará un mural en homenaje al periodista y escritor asesinado.
La actividad es organizada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP).
El 25 de marzo de 1977, Walsh fue secuestrado por un grupo de tareas de la entonces Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), en la esquina porteña de San Juan y Entre Ríos, luego de haber escrito y comenzado a distribuir la Carta de un escritor a la Junta Militar y su cuerpo fue visto en ese centro clandestino de detención, al igual que una serie de escritos que fueron saqueados de su casa en San Vicente.
El día anterior de su intento de secuestro y asesinato, Rodolfo Walsh hacía público uno de los alegatos más contundentes contra el régimen criminal gestado con el golpe del 24 de marzo de 1976. Fechado un año después, el 24 de marzo de 1977, ese texto testimonia y denuncia el funcionamiento del terrorismo de Estado ejecutado por la última dictadura cívico militar y sus objetivos políticos, económicos, culturales y sociales.