Con las negociaciones salariales estancadas, Bridgestone y Pirelli le impidieron el ingreso a las plantas a los representantes del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA). Los trabajadores respondieron con una huelga. Conflicto testigo y peligro de desabastecimiento.
En un conflicto que ya amenaza con convertirse en un caso testigo de la época, Bridgestone y Pirelli le impidieron el ingreso a sus plantas a los representantes del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA).
Los referentes gremiales se acercaban a los establecimientos en la previa de lo que iba a ser una nueva huelga en la actividad por la falta de avances en la ya más que postergada revisión de las paritarias sectoriales. Pero la definición empresarial espesa aún más la situación.
«Se impidió el ingreso a las plantas de los delegados y de la Comisión Directiva del Sindicato», le explicaron a InfoGremiales.
El SUTNA, que lidera Alejandro Crespo, es el único sindicato del sector industrial de la Argentina que se encuentra en manos del sindicalismo clasista y la decisión tomada por las empresas empieza a leerse como un intento de disciplinamiento.
La intención del gremio, que ya rechazó una oferta que alcanzaba el 63%, es conseguir un incremento que se ubique por arriba de esa línea y el pago de las horas al 200% para quienes cumplen tareas los fines de semana y quienes tienen sistemas de trabajo que superan las 40 horas semanales.
De hecho, desde el gremio apuntan a la Cámara empresaria y hablan de una «baja incidencia» de los salarios sobre el precio final de las cubiertas.
La huelga, que estaba prevista para esta tarde por 24 horas pero que se adelantó, provocará una nueva interrupción de la producción.
De hecho desde las empresas empezaron a dejar trascender que complicará el normal abastecimiento de neumáticos a las automotrices y al mercado de reposición, como así también la exportación.