El presidente Alberto Fernández renovó hoy su llamado a la unidad del oficialismo al afirmar que «los compañeros que plantean disidencias no pueden ser los enemigos» y sostuvo que «tiene razón la marcha (peronista) cuando dice que ‘todos unidos triunfaremos'», porque cuando hubo divisiones «ganó (Mauricio) Macri».
«Yo no sé si fue una premonición, pero la frase que dice la marcha (peronista) ‘todos unidos triunfaremos’ tiene razón: recordemos que cuando nos dividieron, ganó (Mauricio) Macri. Que un compañero piense una disidencia, piense distinto, ¿cuál es el problema? En el fondo todos creemos lo mismo y queremos una Argentina justa, libre y soberana», afirmó Fernández.
Al hablar en la sede del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor, en el barrio porteño de Monserrat, en el acto de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) y en el marco del 77° aniversario de la fundación de SMATA, el Presidente señaló que «entre nosotros no están los enemigos, los enemigos son los que sumieron a la Argentina en la desgracia que vivimos y que nadie se olvida».
«Sepamos dónde estábamos y lo que hicieron los que hoy andan dando cátedra de ética, de moral y de gobernabilidad por todos los medios del país», señaló, y recordó «la indecencia» de haber contraído la deuda con el Fondo Monetario Internacional que hubo que resolver «en medio de la pandemia de coronavirus».
Dijo que «entre el año 2003 y el 2015 el salario real en la Argentina creció 19 puntos», pero que durante el gobierno anterior en cambio «cayó 20 puntos; se perdieron 160.000 puestos de trabajo formales en la actividad industrial, se cerró el 8,4 por ciento de las industrias que existían, cerraron 24.700 pymes».
«De los 48 meses que duró la gestión que nos precedió, en 46 meses consecutivos se observó destrucción del empleo informal industrial», agregó y recordó que cuando llegó al Gobierno «el 10 de diciembre de 2019 con muchas ganas de dar vuelta una Argentina que estaba muy mal, ese día el salario real era igual al del 2003».
Tras hacer de un resumen de las acciones encaradas por el Gobierno nacional en el marco de la pandemia, el jefe de Estado recordó su prédica acerca de que «la economía que se cae se puede recuperar, pero la vida que se pierde no», un pensamiento por el cual, sostuvo, muchos lo criticaron y soportó «bocinazos, banderazos y quemas de barbijos».
Mencionó luego las distintas acciones emprendidas por su gobierno para combatir la pandemia de coronavirus, «en una situación particularmente difícil» a la que «hicimos frente a todo sin recursos, porque lo único que acumulábamos eran deudas, y además tuvimos que resolver el tema de los compromisos con el Fondo Monetario Internacional».
Criticó en ese punto «la inmoralidad, la indecencia, la vergüenza de haber hundido al país en una deuda de 150 mil millones de dólares» y recordó que rechazó la propuesta del FMI de recibir lo que aún restaba desembolsar del préstamo tomado por Macri.
El Presidente señaló que «hace poco la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio los resultados de cómo en el mundo se trató la pandemia» y colocó a la Argentina «entre los países que mejor la afrontó», pero puntualizó que «a esto los mismos medios que intoxicaron la cabeza de los argentinos, que todos los días siembran desánimo, no lo difundieron, no lo contaron, lo callan, lo silencian».
Fernández sostuvo luego que «un país sin industria es un país sin trabajo», y destacó que «la Argentina tiene una enorme oportunidad y lo único que queremos es seguir creciendo y aumentando la producción», e hizo un llamado a distribuir «adecuadamente» para que las ganancias que genera la actividad productiva «no se vayan al bolsillo de unos pocos mientras millones quedan sumidos en la pobreza».
Volvió a mencionar al expresidente Macri al indicar que «dijo que para ellos el trabajo es un costo, pero para nosotros el trabajo, asociado al capital, es progreso», y señaló que «esa es la diferencia entre un gobierno que piensa en la gente y otro que piensa en sus amigos».
Por su parte, el titular de SMATA, Ricardo Pignanelli, expresó que «estamos trabajando y pensando continuamente en ver cómo lograr espacios de trabajo dignos para la sociedad argentina», y exhortó a «redoblar los esfuerzos porque venimos de un gobierno que nos limpió casi 25 mil pymes, pero si ponemos en valor cada una de las actividades vamos a salir más rápido de la situación que tenemos».
Al acto asistieron además el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; de Relaciones Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil de Jefatura de Gabinete, Fernando Navarro, y de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, y autoridades de gremios nacionales.