El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, planteó ayer que sería importante llevar el mínimo no imponible a 30 mil pesos. El reclamo del transportista está en sintonía con lo dicho por Aldo Piagnanelli, asesor económico del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien la semana pasada propuso reformar el tributo, de manera que «al subir el tope y cambiar la escala, los trabajadores que ganan menos de $ 30.000 no van a pagar el impuesto a las Ganancias».
«Si quieren llevar el mínimo no impone a $ 30 mil, es síntoma de que realmente hay muy altos salarios en ese sector», afirmó Álvarez Agis, viceministro de Economía a radio Blue, al tiempo que consideró que «cuando se pone una cifra así, tiene una intencionalidad política y no es un reclamo que viene de los trabajadores».
El viceministro desatacó que «el Gobierno destina una buena parte de los subsidios que otorga al sector del transporte», y explicó que «es una forma de que el boleto esté más barato que sin ellos, y de que los empresarios puedan pagar salarios altos».
«El gremio del transporte tiene los sueldos que tiene porque el Gobierno los subsidia, y encima reclama no pagar Ganancias. Es en extremo una falta de solidaridad», opinó el funcionario, quien afirmó que ese planteo de la UTA «no tiene intención de negociar, sino de poner una cifra disparatada».
Con todo, aseguró que «el mínimo no imponible está en un nivel razonable», y remarcó que la posición del Palacio de Hacienda «es clara, hay que pagar el impuesto a las Ganancias, porque es progresivo y se aplica marginalmente».
Explicó que «si uno paga Ganancias y recibe un aumento, en el caso de los salarios más altos, 35% de la última parte se lo lleva» el gravamen, es decir que esa tasa se aplica por encima del mínimo no imponible, no sobre todo el sueldo.
En consecuencia, subrayó que Ganancias «nunca se come la paritaria», sino que indicó que «reduce la desigualdad entre los trabajadores porque le cobra más al que más tiene».
Recordó que «hace 10 años, el reclamo sindical era por el desempleo y el IVA (impuesto al valor agregado)», y sostuvo que «si hoy es Ganancias, es porque pasamos de un país de 25% de desocupación, a una Argentina donde la principal preocupación de los sindicatos es que cobran salarios muy altos».