El encuentro se producirá luego de que en las últimas horas surgiera un malestar entre los gremialistas por la posibilidad de que la propuesta no incluya a empleados públicos y frente a los reparos interpuestos por varias empresas, que sostienen que no podrían afrontar ese pago adicional.
Este miércoles, menos de 24 horas después de la reunión tripartita en Sanidad en la que las partes implicadas anunciaron que estaban cerca de un acuerdo por el bono, estuvo signado por la idas y vueltas sobre la posibilidad de que la medida se concrete o bien termine naufragando.
Sucede que lo primero que generó preocupación en la CGT fue que el ministro de Producción, Dante Sica, saliera a aclarar que el bono será obligatorio para el sector privado, pero no para el público, mientras que luego la UIA y CAME señalaron que varias empresas no podrán afrontar el pago del beneficio.
A su vez, surgieron versiones de que el decreto para instrumentar el pago del bono, que aún no había sido difundido ya que seguía siendo objeto de reescrituras en medio de negociaciones informales con la CGT y los empresarios, podría señalar que el beneficio de 5.000 pesos podrá ser tomado a cuenta de futuros aumentos de cara a la reapertura de paritarias.
Esta posibilidad es rechazada de plano por la central obrera, y en caso de figurar en la redacción final del decreto, podría echar todo para atrás y que la conducción de la CGT finalmente retome la convocatoria al quinto paro general en la era Mauricio Macri.
Hoy, la central reunirá desde las 14:00 en su sede de la calle Azopardo a su Consejo Directivo, donde la conducción analizará la situación.
La idea de la entidad que comandan Héctor Daer y Carlos Acuña era tener en mano el decreto para esta reunión, pero aún era una incógnita si la Casa Rosada difundirá la normativa antes del cónclave.
Por su parte, el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, quien lidera el sector «combativo» de la CGT que se apartó de la actual conducción, criticó la negociación del bono que sus colegas vienen haciendo con el Gobierno y los empresarios.
«El acuerdo se hace para dilatar una medida (de fuerza) que tiene que ser ya, y lamentablemente, los dirigentes siguen creyendo en este modelo y le siguen dando al Gobierno esta chance de tapar lo que viven millones de argentinos», se quejó el hijo de Hugo Moyano en declaraciones radiales.