El secretario General de la UATRE, parece no hacerse eco de las miradas que se posan sobre ellos. Es que luego del fallecimiento de Gerónimo «Momo» Venegas y las denuncias públicas de María Eva, hija del sindicalista, todos empezaron a sospechar sobre el manejo de fondos en la organización.
La hija del «Momo» había dicho que “los testaferros se niegan a repartir todo lo que dejó, que es un monto incalculable de dinero en efectivo, propiedades y vehículos”. Eso resonó en todos los ámbitos y todas las miradas se posaron sobre Ramón Ayala, quien heredada el gremio de Venegas y también, según María Eva, buena parte de su fortuna por ser su testaferro.
Ahora, a poco menos de un año de la muerte de quien también fuera presidente del partido FE, el gremio compró un lote de Ford Focus SE 2.0, cuyo valor supera los 500 mil pesos, para cada uno de sus secretarios. Un regalito que, en total, supera los 3 millones de pesos.
Esto se suma al avión privado en el que aun se manejan para movilizarse en las reuniones importantes y al tratamiento especial de Ayala. Es que quien también es líder de las 62 organizaciones se obsequió a sí mismo una Toyota Hilux de más de un millón de pesos. Incluso sus propios afiliados denunciaron que los vehículos figuran a nombre del gremio pero en la práctica son de uso privado de los sindicalistas, publicó el portal realpolitik.
La mira ahora también se posa a Necopesca, un centro acuático de Necochea que el “Momo” utilizaba como su quinta personal. Aquellos quienes conocen el sitio aseguran que allí quedaron autos, camionetas Jeep Cherokee, cuatriciclos y motos de agua que se agregaron al patrimonio de aquellos que se jactaron de ser mano derecha de Venegas.