Los frutos del tarifazo en la energía eléctrica no parecen llegar a los empleados de Edesur. Es que la distribuidora de energía mantiene un importante conflicto (por el que está en concliación obligatoria) con los gremios de la actividad, fruto de sus políticas de desinversión y precarización del empleo, que no cambiaron con los millones que sumaron en los últimos meses las arcas de la firma.
El titular de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), Carlos Minucci, le dijo a InfoGremiales que en Edesur continúan «los problemas de inversión, la falta de materiales y la falta de equipamiento para los trabajadores», con los riesgos que ello conlleva a empleados que manipulan tensión.
Además, según relató Minucci, la falta de materiales y equipamiento provoca que las cuadrillas tengan problemas para cumplir con sus tareas, en el marco de un servicio que no mejoró.
Desde el gremio señalan, también, que la empresa todavía mantiene casi 600 empleados fuera de los distintos convenios colectivos de trabajo de la actividad. Esta maniobra empresarial, para reducir costos, implica que no se le respeten los derechos laborales a los empleados, que perciben salarios en promedio 30 por ciento por debajo de lo que deberían cobrar.
Incluso la situación se agrava porque en el último tiempo, en lo que es un desafío a las entidades gremiales de la actividad APSEE y Luz y Fuerza, ingresaron a cumplir funciones en la empresa más trabajadores fuera de convenio, lo que representa una flexibilización de hecho del empleo.