Los empleados despedidos, que se enteraron ayer de la medida por los telegramas que recibieron, se reúnen en la puerta del diario, ya que la planta ubicada en Barracas fue cercada rápidamente por la policía. La decisión de cerrar la planta fue justificada por un tema de costos.
A partir de ahora, según un comunicado interno del diario, la impresión será “terciarizada”. En la edición de ayer los Saguier intentaron ocultar los despidos con un recuadro que explicaba que “hay cambios en los procesos de impresión”.
Hace algunos meses el propio diario ya había iniciado un proceso de retiro voluntario, lo que se tradujo en 25 personas que dejaron de trabajar.
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) emitió un comunicado en solidaridad con los trabajadores de la planta Zepita de impresión del Diario La Nación, por el cierre y despido de todos los trabajadores, decidido por la familia Saguier
“La familia Saguier y los accionistas” tomaron la determinación “pese a las negociaciones en curso con el personal de la planta y el Sindicato Gráfico, y luego dispusieron impedir el acceso a la planta de cualquier empleado, para lo cual cuentan con apoyo policial, ya que la planta está sitiadapor efectivos de las fuerzas de seguridad”.
«Las trabajadoras y trabajadores de prensa de La Nación repudiamos la política empresarial de reducción y ajuste permanentes, que primero jaquea nuestro poder adquisitivo y finalmente elimina nuestros puestos de trabajo» manifestaron en el SiPreBA.
Actualmente, la situación más acuciante la padecen las y los trabajadores gráficos de Zepita (Barracas), a quienes la empresa puso entre la espada y la pared con una disyuntiva de hierro para no cerrar la imprenta: 40% de retiros y prejubilaciones y 40% de reducción salarial para quienes continuaren trabajando.