«El gobierno está detrás de todo esto. No tenemos fe de que se resuelva nada en el tiempo», dijo el secretario General del Sindicato de Trabajadores Aceiteros de Rosario (Soear), Adrián Dávalos, sobre lo que ocurre en la planta de Bunge en Ramallo.
Es que el conflicto que se desató en la planta de la multinacional cerealera, pese a que la empresa se comprometió a acatar a partir de hoy la conciliación obligatoria, está lejos de resolverse.
«Se dictó la conciliación, Bunge no acató y llenaron la planta de efectivos de Prefectura Nacional. Pero después, la empresa se comprometió a acatar la conciliación desde mañana (por hoy) a primera hora», manifestó Dávalos en diálogo con diario La Capital.
«Creemos que van a acatar pero después van a seguir actuando de la misma manera», vaticinó el dirigente aceitero.
En ese sentido, explicó que «estas empresas están favorecidas por el contexto. Accionan sabiendo que en los puertos puede intervenir las fuerzas armadas. Es otro ataque contra aceiteros. Primero fue Cargill, y ahora esta multinacional».
«Hay una revancha contra el gremio por algunas peleas sindicales. Porque luchamos para terminar con la terciarizacion, los feriados, las categorías de los empleados…», agregó inmediatamente.
Además, desestimó que los argumentos expuestos por la empresa para realizar los despidos. «Dicen que tomaron la decisión por cuestiones económicas. Pero esta empresa, junto a los bancos, es uno de las más beneficiadas con este modelo. Es una de las cinco exportadoras más grandes».
«Esto es una cuestión de política. El gobierno está detrás de esto. No nos olvidemos que el presidente Mauricio Macri vino a esta planta hace algunos meses», finalizó el dirigente gremial.