La cerealera Buyatti anunció que tras tres años de complicaciones económicas irremontables, cierra su planta industrial de Puerto San Martín. La decisión deja sin trabajo a 84 trabajadores. El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del departamento San Lorenzo desmintió una ocupación y confirmó que busca reubicar el personal.
El conflicto de la empresa en esa planta empezó en el año 2000 cuando entró en convocatoria de acreedores, remontó por unos años cuando tuvo un fasón con Cargill, pero desde 2018 todo fue cuesta abajo y pagaba el 50% de los salarios no remunerativos. En marzo de 2020 fue la última vez que pusieron en marcha la fábrica, pararon y de ahí en más ya no arrancó.
La estocada final la dio la caída del acuerdo con Vicentín, en noviembre de 2020, que se podría haber renovado por 3 años más en condiciones normales, pero no pasó.
InfoGremiales se comunicó con el secretario general del SOEA de San Lorenzo, Pablo Reguera, quien explicó que en la asamblea que tuvieron este jueves decidieron con los trabajadores y delegados apelar a los gobiernos nacional y provincial para gestionar una reubicación de los despedidos en las otras empresas aceiteras de la zona.
«Es imposible querer poner en marcha esa fábrica por las empresas que hay en la región, hay empresas que tienen un volumen muy grande y Buyatti es la única fábrica aceitera que no tiene muelle.», explicó Reguera.
Además desmintió los trascendidos periodísticos que hablaban de una supuesta intención de ponerla a andar «con o sin sus dueños».
El acuerdo que tenía Buyatti con Vicentín era precisamente por el uso del muelle: Vicentín le daba semilla para que la procesen y luego el producto salía por el muelle de ellos, que se quedaban con la mayor ganancia. Con ese fasón caído, la planta ya no produjo más.
«Ellos ya presentaron todos los balances como para cerrar en el ministerio de Trabajo, los trabajadores ya no quieren ningún tipo de reunión, están llamando a la gente para arreglar las indemnizaciones ya», aseguró.
Reguera remarcó: «En ningún momento planteamos reactivar la planta por nuestra cuenta porque el volumen que mueve la soja requeriría que salgamos a pedir 500 millones de dólares y tampoco tenemos mercado, la que compraba la producción de esa planta era Vicentín. Además estamos rodeados de empresas gigantes, es imposible competir», abundó.
«Lo que estamos pidiendo nosotros, con todos los delegados del resto de las fábricas de San Lorenzo, que son más de diez, es que apenas lleguen los telegramas de pedirles a las aceiteras para reubicar compañeros, que les tomen la evaluación, tienen experiencia. Sería pedirles un gesto solidario a las empresas aceiteras. Para eso también quiero convocar al gobierno de Santa Fe, por la reubicación de esta gente o al menos la mayor parte.»
Reguera explicó que hay un grupo que está muy cerca de jubilarse, que son de riesgo y ya no están trabajando por lo que entiende que sería muy difícil reubicarlos. Pero cree que la mayoría de los despedidos de Buyatti podría encontrar lugar en las empresas de la zona si cada una tomara 3 o 4 trabajadores.