La audiencia se dio en el marco del Ministerio de Trabajo. Participó el gremio de aceiteros y los propietarios de la empresa Avex Dánica, firma que amenaza con cerrar la planta de Villa Mercedes, a 100 kilómetros de la capital de San Luis. La empresa pidió despedir y el gremio reclamó que demuestre la situación de crisis. Continuarán la negociación el próximo viernes.
El secretario general del gremio aceitero local, Juan Domínguez, relató a InfoGremiales cómo fue el encuentro virtual: «La empresa presentó un escrito para poder empezar a despedir. Nos opusimos a eso ya que hay un decreto vigente hasta el 31 de mayo con la prohibición de despedir. Sí se puede suspender pero no despedir.»
El Ministerio preguntó a ambas partes si es posible negociar para evitar el cierre de la planta. «Nosotros le dijimos que sí. Mientras sea dentro del convenio 420/05 de Aceiteros se puede negociar todo. Hasta tanto la empresa no demuestre la crisis que dice tener, salirse o bajarse de eso es inviable.», afirmó Domínguez.
La empresa Avex, titular de las marcas Dánica, D´Fiesta y Mayodan, anunció en un comunicado el cierre la planta de producción de aderezos en Villa Mercedes y alegó «imposibilidad» de reconducir el extenso conflicto que mantiene con el gremio aceitero local (Soead).
En los hechos, no hubo telegramas de despido, Dánica Villa Mercedes no cerró y la empresa al momento no pudo demostrar estar en crisis. Los trabajadores siguen afuera de la planta, sin poder trabajar.
El dirigente gremial aseguró a Télam que a los 130 trabajadores de la planta se le descontó el ATP que el Gobierno nacional otorgó de forma oportuna para asegurar los empleos, lo que significó la no percepción de 8 días por huelga y de otros 25 mil pesos de futuras homologaciones salariales, por lo que algunos operarios «no cobraron un peso», sostuvo a esta agencia.
“Es una manera de ahogar a los trabajadores, que atraviesan por una situación desesperante, sin vacaciones ni aumentos salariales, para obligarlos a firmar un acuerdo a la baja en una empresa que nunca dejó de producir y vender en pandemia”, denunció.
Para el dirigente, en San Luis se pretende que los trabajadores acepten «un salario de hace ya un año», bonos al 50 por ciento en 6 cuotas y acuerdos no remunerativos.
Un documento gremial había denunciado que la compañía procura «reducir salarios y, modificar el convenio colectivo», y detalló que la firma «no pertenece a la cámara empresaria respectiva, siempre retrasó la homologación de los instrumentos convencionales para abonar las escalas de haberes y mantiene una deuda salarial».
«La compañía también se niega a abonar las escalas ya homologadas por el Ministerio de Trabajo y persiste en su actitud de pagar los haberes según el nivel de 2019», aseguró.
Según los sindicatos, la empresa intentó durante todo ese período traspasar a los trabajadores de aceiteros al gremio de la alimentación, lo que rechazaron totalmente.