El gremio de empleados de Estaciones de Servicio que conduce el triunviro Carlos Acuña le ganó la pulseada al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA) en un conflicto de encuadre sindical, por la representación de trabajadores de más de 170 empresas de expendio de combustibles de la provincia de Buenos Aires.
La Comisión Arbitral de la CGT falló a favor del Sindicato de Obreros, Empleados de Estaciones de Servicio y GNC, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos (SOESGYPE) que se quedará con la afiliación de miles de trabajadores, en uno de los encontronazos más calientes del movimiento obrero en la actualidad.
De hecho, sin que todavía los Ricardo Pignanelli hayan realizado una apelación, Acuña ya se reunió con los empresarios para dar el primer paso y comenzar a viabilizar el cambio de gremio.
El titular de la CGT mantuvo un encuentro con el Presidente de la Federación de Entidades del Combustible Juan Carlos Basílico, estacioneros marplatenses y de otras regiones del sur bonaerense para tratar la puesta en marcha del pase de los trabajadores de las expendedoras de la zona que hoy tienen acuerdo salarial con el sindicato SMATA, al Convenio Colectivo de Trabajo Nacional 488 que rige para la actividad homologado entre la FEC y el SOESGyPE.
“Si bien SMATA puede apelar la medida, mientras la decisión esté vigente tiene efecto devolutivo, por el cual sigue teniendo el poder de aplicación la resolución que favorece al SOESGyPE”, explicó Enrique Rodriguez, ex ministro de Trabajo y asesor jurídico de Acuña.
La resolución de la Comisión Arbitral de la CGT repite algo que ya es un clásico de la central obrera. Sucede que en los últimos años suele repetirse el patrón por el que el pope de mayor peso en la actualidad avanza, como un Pac Man, sobre los afiliados a otras organizaciones gremiales.