No funciona el aire acondicionado central en el inmueble de Cancillería que es totalmente espejado y en el que no se pueden abrir las ventanas. Las cañerías de agua, por falta de mantenimiento, transportaban agua con bacterias. Acusan a Santiago Cafiero de castigar al gremio del Servicio Exterior por exponer la situación.
Los graves desperfectos edilicios del edificio de Cancillería por falta de presupuesto expuso blanco sobre negro la cercanía ideológica de los gremios que nuclean a los trabajadores del sector con el Gobierno: un clásico en la disputa de poder, los que no se quejaron fueron premiados por las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Como informó Clarín, no funciona el aire acondicionado central en el inmueble de Cancillería que es totalmente espejado y en el que no se pueden abrir las ventanas. A su vez, las cañerías de agua, por falta de mantenimiento, transportaban agua con bacterias, lo que produjo que varios trabajadores tuvieran cuadros infecciosos. Tampoco funcionan algunos elevadores.
Lo cierto es que el gremio que cruzó a las autoridades del Gobierno fue la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN), ya que tanto ATE como UPCN no respaldaron ni apoyaron el reclamo ni salieron a hacer gremialismo dentro del edificio por lo que recogió este medio.
Está claro que el mal funcionamiento del edificio alcanza a todos: diplomáticos, personal administrativo, de limpieza, etc, etc.
Pero la denuncia de APSEN tuvo una secuela: postergaron los traslados de los diplomáticos, tanto sea para ir a ocupar puestos a embajadas como repatriar a quienes están afuera: se sabe que desde el búnker kirchnerista hay un encono con los diplomáticos por el tema salarial; entre otras cuestiones ideológicas.
Sin embargo, sí se publicó la licitación anual para cubrir las vacantes del exterior del personal de planta de SINEP (Sistema Nacional de Empleo Público); esto es porque en las embajadas hay cargos administrativos que los cubren empleados que no son diplomáticos. Eso sí, una vez que estos trabajadores están fuera del país como agregados administrativos están equiparados a un diplomático porque tienen sueldo y pasaporte de tales.
Por lo que recogió InfoGremiales, tanto ATE como UPCN acordaron ante la imposibilidad de trabajar en esas condiciones inhumanas con las autoridades un esquema de trabajo virtual o híbrido de muy pocas horas por semana a cambio de no visibilizar el reclamo.