
Con un nivel de actividad reducido al 40%, el sector forestal de Misiones y el norte de Corrientes enfrenta una crisis profunda. Empresarios advierten sobre la falta de rentabilidad, la caída del consumo interno y la creciente competencia de productos importados, en un escenario que podría derivar en despidos y cierres de PyMEs si no se toman medidas urgentes.
La Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (APICOFOM) encendió las alarmas ante la profunda crisis que atraviesa el sector maderero. Según un comunicado reciente compartido en redes, las industrias están trabajando a solo un 40% de su capacidad, mientras que numerosas pequeñas y medianas empresas cesaron por completo sus actividades durante el verano, afectadas por la caída del consumo y la recesión nacional.
El presidente de APICOFOM, Guillermo Fachinello, advirtió a Primera Edición que la situación se agravó significativamente en los últimos meses. Señaló que la rentabilidad empresarial es prácticamente nula, con un mercado interno paralizado y operaciones comerciales muy limitadas. A esto se suma el alargamiento de los plazos de pago, lo que complica aún más la liquidez de las empresas del sector.

En el plano internacional, la falta de competitividad limita las posibilidades de exportación, lo que refuerza el estancamiento de la actividad forestal. Fachinello también criticó duramente, en diálogo con el mismo medio, la falta de apoyo del Gobierno nacional, destacando que las políticas actuales —como la eliminación de retenciones a las exportaciones— favorecen exclusivamente a grandes corporaciones, dejando a las PyMEs forestales en una situación crítica. También se quejó del «famoso RIGI que tanto el Gobierno pregonó», que en Misiones «no llega prácticamente a nada» porque todo se va para la extracción del litio y el petroleo, y señaló además que producir se volvió caro gracias a la inflación en dólares.
La situación se ve agravada por el ingreso de productos importados sin controles adecuados, que compiten deslealmente con la producción local. Desde el sector piden medidas urgentes para evitar despidos y cierres masivos, y apelan a una revisión profunda de las políticas públicas en favor de la industria forestal regional.