El sector fue uno de los más afectados por las elevadas tasas de interés dispuestas por el Banco Central y la fuerte presión tributaria a la que deben hacer frente.
A principios de mes, pequeños y medianos empresarios entregaron en el Congreso a legisladores de la oposición un petitorio de medidas de emergencia y denunciaron la crisis del sector, por la que «cierran 25 firmas por día».
Además, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (FECOBA) reclamó un «régimen de emergencia» para el sector, a raíz de la «falta de financiamiento, disminución de la rentabilidad y caída del consumo» que aseguran sufrir.
De ese modo, habían advertido que en el rubro hay «una balanza empresarial negativa», es decir que «son más las empresas que están cerrando que aquellas que abren».
En ese escenario, en tanto, el dirigente jujeño sostuvo: «Existe una brecha muy grande entre lo salarial y lo inflacionario, y esto repercute en el poder adquisitivo y perjudica a las pequeñas y medianas empresas».
Alonso indicó que ante ese panorama, alrededor de un 10 por ciento de las pymes de Jujuy debieron cerrar sus puertas.
De acuerdo con el diario El Tribuno, subrayó: «Buscaremos revertir esta situación para que las empresas puedan subsistir y mantenerse», mientras anticipó que representantes del sector van a mantener una reunión en el Ministerio de Trabajo para analizar la compleja situación.
«Esta problemática se solucionaría si el sector público y privado trabajaran en conjunto», consideró e insistió en la imposibilidad de algunas empresas respecto del pago de bono por fin de año.
En tanto, resaltó que el «desafío» para el próximo año consistirá en «mantener los puestos de trabajo».