Durante los primeros meses del 2017, los sindicatos han sido protagonistas de diferentes conflictos debido al inicio de las negociaciones paritarias. El gobierno nacional, con el Ministro Triaca como principal portavoz, aseguró que, más allá de la pérdida acumulada de poder adquisitivo, no se van a firmar acuerdos que superen la inflación calculada del 18%.
Sin embargo, los sindicatos ya no confían en las previsiones presupuestarias del ejecutivo: en 2016 se había calculado un 25% de inflación y finalizó más de 10 puntos arriba (37,6% promedio entre el IPC CABA, Congreso y San Luis). La puja por el aumento salarial entonces, es una pelea por recuperar el salario perdido y evitar que se profundice la situación.
Según las estimaciones del Centro Atenea, «Eel año pasado los trabajadores formales privados perdieron en promedio un 3,4% de poder adquisitivo. También los docentes de la provincia de Buenos Aires, que aún siguen en conflicto, arrastran un 8,9% de merma del salario. Sin embargo, en algunas áreas de la actividad económica, los números son peores: los mineros se vieron perjudicados en más de 10 puntos y, a excepción de la pesca, el sueldo de todos los sectores quedó por debajo de la inflación».
Damián Ledesma, Director General del Centro Atenea explica que “el escenario de paritarias actual perjudica a los sindicatos que enfrentan el desafío de recomponer el salario perdido en 2016 y evitar mayor pérdida este año. Si se desdibuja el alcance de los convenios colectivos, cada vez va a ser más difícil entablar negociaciones salariales favorables”.
Si comparamos diciembre de 2016 con el mismo mes del año anterior, hay 76.000 trabajadores que ya no cuentan con la posibilidad de negociar su sueldo en paritarias ni obtener la contención, protección y garantías que brindan los acuerdos. Esto tiene que ver con el cambio que está sufriendo el mercado laboral: caen los puestos de trabajo en empresas privadas y crece el empleo monotributista.