
El Ministerio de Transformación y Desregulación del Estado pondrá fin a una restricción de 1994. La determinación, pedida por EEUU, llega justo cuando la proporción de ventas de tecnología nacional fue la más alta en una década. Temor por el impacto del empleo en el sector.
En el marco de la derogación de normativas obsoletas que lleva adelante el Gobierno, comunicó que se pondrá fin a la restricción que regía sobre la importación de maquinarias agrícolas usadas, vigente desde 1994.
Si bien en una primera instancia se busca reducir los costos de producción en el sector agropecuario, la medida, generó cierto malestar al sector industrial, ya que los fabricantes locales apuntan a que la apertura podría impactar negativamente en la demanda interna y generar un retardo tecnológico.
Cabe recordar que el Certificado de Importación de Bienes de Capital (CIBU), firmado por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, impide actualmente la importación de maquinaria usada sin una autorización previa. Desde la administración de Javier Milei argumentan que esta restricción encarece los equipos y limita la competitividad.
Desde la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) manifestaron su preocupación en una carta enviada a la Secretaría de Industria, alertando sobre los riesgos sanitarios y el posible impacto negativo en la industria local.
Además, destacaron que la normativa actual obliga a los importadores a mantener la maquinaria importada hasta el fin de su vida útil, dificultando la reventa.

Un último informe da cuenta de que la proporción de ventas de maquinaria nacional respecto de la importada fue la más alta en diez años. Los datos de patentamientos muestran que casi dos de cada tres ventas el año pasado, fueron de fabricación argentina.
Según el INDEC, la serie histórica elaborada muestra que en 2014, el 63% de las ventas que se hacían en Argentina era de unidades traídas desde el exterior.
Sobre un total de 10.303 patentamientos hace una década, 6.576 fueron unidades importadas y 3.727 de nacionales, mientras que respecto de las ventas realizadas el año pasado, unas 10.836, 6.900 fueron de máquinas locales, casi un 65%, y más de 3.900 llegaron desde el exterior.
La proporción de nacionales versus importadas es la más alta en una década, superando al 61,1% de 2021. Los números positivos para el crecimiento de dicha industria nacional se explican a partir de las numerosas trabas a las importaciones.