El jefe de Gabinete, Marcos Peña, reconoció ayer que el salario de los trabajadores argentinos termina este año en franca derrota contra la inflación y el impacto de la devaluación.
«Sabemos que el salario ha caído y que es un año duro en ese sentido, pero por otro lado sabemos que estamos sentado las bases para un año de crecimiento», dijo el funcionario macrista en declaraciones a radio La Red.
Peña dijo que al ser el 2016 un año recesivo, «hay una situación que ha afectado mucho el bolsillo de los argentinos», principalmente por la suba generalizada de precios producto de la devaluación del 60% desde que se inició el año.
«La mayoría de los argentinos hoy tiene una gran esperanza de que a partir del año próximo vamos a estar mejor», justificó el ministro al exponer su opinión sobre cuál es el estado anímico de los trabajadores.
Al ser consultado sobre la situación de que cada vez más argentinos no llegan a fin de mes, Peña dijo que «ahí es donde debe darse un debate como sociedad sobre si se verá sólo el corto plazo o si se va a pensar como se hará para crecer en los próximos diez o veinte años».
Hace sólo un mes el mismo Peña había argumentado que no avanzarían en la reapertura de paritarias porque “las paritarias están corriendo un punto y medio por encima de la inflación” y “además estamos recuperando el poder adquisitivo de la gente».