La UTA reabrió su discusión salarial y pidió un aumento adicional y una suma fija. Rompe el entendimiento semestral que firmó en sintonía con la proyección que había fijado Sergio Massa. Argumenta que «la inflación no siguió el sendero esperado por las partes y el salario de los trabajadores se vio afectado». Desde el gremio ya hablan de una marcha federal para presionar.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA), el que había sido el primer gran gremio en firmar una paritaria en sintonía con la proyección inflacionaria que previó Sergio Massa, ya encaró la revisión y la reapertura del entendimiento firmado a principios de año con la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap).
El sindicato que comanda Roberto Fernández había rubricado un incremento del 10% para enero, del 10% para febrero y del 7% para mayo, que alcanzaba a los conductores de corta y media distancia.
Ahora, en abril y 2 meses antes de su vencimiento, volvió a sentarse en la mesa de negociaciones y pidió un aumento adicional y una suma fija para poder afrontar la realidad inflacionaria.
«La inflación no siguió el sendero esperado por las partes y el salario de los trabajadores se vio afectado por indicadores de precios, especialmente alimentos, esenciales para el sustento del trabajador y sus familias», sostuvieron los representantes de los choferes en la primera audiencia formal.
Reclamaron una suma fija no remunerativa y por única vez de $ 22.000 a pagarse en abril, un incremento del 14% distribuido entre mayo y junio y un incremento proporcional para el rubro «Viáticos».
Los empresarios, por su parte, hicieron constar el reclamo de obtener mayor cantidad de dinero en materia de subsidios al transporte para poder afrontar el incremento y acordaron volver a verse las caras el próximo 4 de mayo.
Según pudo saber InfoGremiales, sabiendo de lo delicada de la negociación, desde la UTA proyectan una medida para ejercer presión tanto a los empresarios como al Gobierno Nacional.
Se habla de la realización de una marcha federal, desde distintos puntos del país, hacia la Ciudad de Buenos Aires, para poner en evidencia el descontento que existe en las bases por la situación salarial.