La compañía internacional dispuesta a comprar IMPSA pidió una prórroga hasta mediados de septiembre. En el Gobierno insisten en que, a pesar de las demoras, lograrán cerrar su primera privatización.
IMPSA, la primera privatización de la era Javier Milei, sufrió una postergación. Es que la empresa norteamericana Arc Energy, que había firmado una carta de intención para adquirir la firma, pidió una prórroga hasta mediados de septiembre para presentar la oferta de capitalización.
Tenía tiempo hasta este sábado, y el Gobierno prevé aceptar el pedido.
El Estado posee el 63,7% de las acciones de la compañía, mientras que la provincia de Mendoza tiene el 21,2%, y el 15,1% restante se divide entre privados.
La compañía tiene una deuda con bonistas internacionales equivalente a US$ 500 millones y esto hizo que el Estado busque salir de la compañía.
Arc Energy y representantes del Ejecutivo nacional y de Mendoza firmaron una carta de intención que dio inicio a este proceso. El objetivo de la compañía norteamericana es quedarse con el total de la empresa.
La oferta que originalmente preparaba presentar Arc Energy se encontraba en alrededor de los US$ 30 millones.
Tenía tiempo para formalizarla hasta este sábado, pero decidió presentar una solicitud formal para extender este período hasta el 15 de septiembre “por la complejidad del análisis que requiere la información del data room”.
De todos modos, Arc Energy podría ofertar antes del 15 de septiembre.
La enorme deuda que tiene la compañía obliga a la única interesada a diseñar un plan de reestructuración e iniciar diálogos con sus acreedores. Entre los acreedores se encuentran el Banco Nación y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La deuda de IMPSA fue en buena medida provocada por negocios fallidos con Venezuela realizados en 2014.
El gobierno venezolano nunca pagó una enorme deuda con la empresa y ahí se desató el proceso final de la empresa que derivó en su estatización.