Alarma por el impacto de la importación de maquinaria agrícola usada sobre un sector que le da empleo a unas 40.000 personas de forma directa

Desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba cuestionaron la importación de maquinaria agrícola usada. Advirtieron que le dan empleo a unas 40 mil personas de forma directa y a 100 mil de en total.

Los fabricantes de maquinaria agrícola de Córdoba expresaron sus reparos en contra del decreto de la Casa Rosada 273/25 que permite la importación de maquinaria agrícola usada y que podría impactar de forma directa en el sector.

«La eliminación del certificado de importación de Bienes Usados (CIBU) -que prevé el decreto en cuestión- en vez de suponer una mejora de funcionamiento del mercado, supone un riesgo por una competencia desleal a un sector que sufre las altas distorsiones estructurales locales y que representa a la vez, la cadena valor que le da soporte tecnológico y de servicio al productor argentino y con alto potencial exportador», afirmaron Desde la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (AFAMAC),

En una entrevista, su presidente, Gustavo Piccioni, fue consultado sobre qué se pone en juego en este riesgo que plantean AFAMAC. «El primer eslabón de la cadena son las maquinarias de fabricantes y, por detrás todos, los proveedores. La maquinaria agrícola en Argentina tiene cinco o seis generaciones, hay un know how adquirido. Esto es por etapa: primero lo sentirán las terminales y luego los fabricantes de agropartes. Estimamos que de manera directa, el sector les da empleo a unas 40.000 personas, pero si lo traducimos a toda la cadena de valor creemos que superan los 100.000. Además, es una industria que se desarrolla en el interior del interior. El 95% se encuentra ubicado en el interior provincial y ahí se va a sentir, por eso pregonamos por una inserción inteligente al mundo».

Alarma por el impacto de la importación de maquinaria agrícola usada sobre un sector que le da empleo a unas 40.000 personas de forma directa

«Entendemos que los precios que se quieren estabilizar y provocar una disminución artificialmente alto en nuestro mercado, no es por falta de competencia y transparencia en el mercado (1.200 empresas), sino más bien por la falta de avance de las reformas estructurales pendientes», cerró la entidad en su comunicado.

Por otro lado, también la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT), que cuenta con 12 plantas distribuidas entre Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, con una red de más de 500 puntos de venta y asistencia técnica, y una generación directa de 16.700 puestos de trabajo, emitió una advertencia sobre la decisión del Gobierno. «Esta apertura introduce una clara asimetría entre los fabricantes locales y los productos usados que ingresan desde economías con menores costos fiscales, laborales y de financiamiento. A esto se suma la ausencia de garantía, trazabilidad y controles técnicos sobre los equipos usados que podrían ingresar bajo el nuevo régimen», expresó.

Las empresas nucleadas en AFAT aseguran haber invertido miles de millones de dólares durante más de cinco décadas en el desarrollo y fabricación local de maquinaria de última generación. «El ingreso masivo de maquinaria usada representa mercadería de descarte ya amortizada, lo que hace que sus precios sean irrisorios y no puedan ser compensados por ningún arancel. Eso afecta tanto al mercado de maquinaria usada local como a la venta de equipos nuevos», se explicó.