Un informe del Centro de Estudios Atenea muestra que en la gestión Cambiemos crecieron los monotributistas independientes y los asalariados públicos y decrecieron los trabajadores registrados del sector privado. Lejos de la promesa de generar empleo de calidad con la que hizo campaña Mauricio Macri, el mercado laboral se precariza.
Los puestos de trabajo registrados del sector que se destruyen son los que presentan mejores condiciones de trabajo en términos de estabilidad de contratación, protección social, cobertura de salud, acceso a derechos como la indemnización, licencias, jornada de trabajo, etc. Los empleados se encuentran mayormente sindicalizados y tienen voz y voto para poder mejorar sus condiciones laborales y de salario.
En cambio, las modalidades de ocupación más precarias, como los monotributistas, no gozan de todos estos derechos y si bien algunos brindan servicios de forma independiente como una consultoría, mucho caen bajo una relación de dependencia encubierta.
Respecto a este tema, Damián Ledesma Director General de Atenea, amplió: “La transformación del mercado laboral obliga a la CGT a tomar cartas en el asunto. Trabajadores más precarizados acotansu base de representación y desgastan su poder de negociación».
En retrospectiva, desde el año 2012 hasta el 2015 se observa un crecimiento constante de los trabajadores formales en general. La modalidad monotributo en particular tuvo diferentes picos, pero nunca reemplazó la evolución del sector privado. A fines de 2015 esta tendencia se modifica: mientras que los porcentajes del sector privado comienzan a bajar, los marcadores de los monotributistas y asalariados públicos en cambio, continúan creciendo.
Si bien entre diciembre de 2015 y febrero de 2017 el total de trabajadores registrados evidenció una pequeña suba del 1%, este incremento está maquillado por las modalidades de contratación más precarias.
En síntesis, el mercado laboral se está reconfigurando: para sostener los índices de empleo, la contracara de la disminución del sector privado es el incremento de los trabajadores monotributistas y asalariados públicos. Si esta tendencia se acentúa se corre el riesgo de avanzar hacia un mercado de trabajo cada vez más precarizado, en el cual los trabajadores organizados sindicalmente disminuyen y pierden poder de negociación.