La Confederación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) Histórica que lidera Luis Tiscornia decidió el estado de «alerta y asamblea permanente» en rechazo de «un congelamiento salarial hasta junio» próximo y en reclamo de «la inmediata apertura de negociaciones paritarias».
La Mesa Ejecutiva Nacional del gremio de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios convocó a todas sus asociaciones de base al «alerta y asamblea permanente» ante «la grave situación de deterioro salarial del sector y del conjunto de los asalariados».
También convocó al conjunto de la docencia universitaria a debatir «la necesidad de organizar un plan de lucha nacional para enfrentar el congelamiento salarial hasta junio -que imponen las paritarias y los acuerdos realizados por el gobierno nacional en 2015-, y a luchar por la eliminación del impuesto a las ganancias y el ajuste que se verifica en general en todo el Estado».
El gremio reclamó «un verdadero aumento del presupuesto para las universidades nacionales y la derogación de la Ley de Educación Superior», en tanto Tiscornia señaló que «el rasgo principal de la docencia universitaria es el deterioro salarial por el aceleramiento de la inflación, la devaluación, el aumento de tarifas y la intención de imponer un techo paritario».
La Conadu Histórica exigió la inmediata apertura de la discusión salarial, incrementos desde enero y la eliminación del impuesto a las ganancias para que puedan recomponerse los salarios.
Por otra parte, convocó a las organizaciones de base a adherir y discutir un paro nacional para el 24 de febrero, cuando la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realizará una huelga en rechazo de «los despidos y la criminalización de la protesta social y en demanda de la inmediata apertura de paritarias».
Tiscornia convocó a unificar en esa fecha la totalidad de los reclamos gremiales y llamó a un plenario de secretarios generales para el 18 de este mes a fin de que los representantes de las asociaciones de base nacionales discutan la articulación y el diseño de ese plan de lucha, a la vez que adelantó que «está en riesgo el inicio de las actividades académicas».